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Mostrando entradas de 2006

Pinguinos de Greenpeace

Me arrepiento de lo dicho en su día. Tras ver 'Vecinos invasores' pedí a los dioses de la animación que, por favor, no volvieran a recurrir más a los animales como protagonistas de sus historias. Sólo me hicieron caso a medias, está claro, porque tras mi sufrida plegaria llegaron otros clones fáunicos como 'Colegas en el bosque' o el mono de 'Curious George'. La sorpresa fue mía cuando comprobé que entre esta nueva hornada de animaladas cinematográficas había una historia innovadora y con mensaje, a pesar de contar con una pandilla de pingüinos como flamantes personajes. 'Happy feet' no es una película basada en una sucesión de 'gags' más o menos ingeniosos sino que su humor surge de situaciones concretas y diálogos muy inteligentes como el que tiene lugar entre el pingüino protagonista y un grupo de aves Skua que pretendían merendárselo, entre los cuáles destaca uno con una anilla de control de especies en la pata que asegura haber sido abducido

El querer y no poder de Antonio Banderas

No hay nada peor que la pretenciosidad a la hora de dirigir. Esa cualidad en la que el creador busca la máxima belleza formal con el contenido más profundo y poético posible olvidándose por completo del principal fin de una película: el relato de historias. Antonio Banderas ha decidido hacer uso y abuso de auténticas metáforas visuales en detrimento de la narración y de los personajes, hasta el punto que parece haber confundido el videoarte con el arte cinematográfico. Todo en El camino de los ingleses pretende ser tan trascendente y lírico que termina por agotar al espectador, que intenta por todos sus medios comprender los motivos de los personajes y la finalidad de la acción, y lo único que se encuentra son poesías narradas, imposibles de valorar por su cuantía, e imágenes surrealistas inconexas. Intuimos lo que el actor malagueño ha querido transmitir con su segundo filme, como también evidenciamos un importante retroceso en su breve carrera como director respecto a su primera inc

I'm still Bond, James Bond

Gato por liebre es lo que nos han vendido los de la Sony con el último James Bond. Nuevo actor, Daniel Craig, precedido por meses y meses de virtuales polémicas. Nuevos aires, con la participación de uno de los más ilustres guionistas que ha desembarcado en Hollywood en los últimos años, Paul Haggis. Nuevo director y nuevo enfoque, recurriendo a la primera novela original que Ian Fleming escribió en 1953 sobre el famoso espía británico. Bien, pues todo esto no es más que un orquestado entramado de propaganda para esconder la realidad. Casino Royale es más de lo mismo. Es evidente que, por comparación con las ridiculeces en que se habían convertido las últimas películas de la saga, ésta tenía que poner necesariamente el listón más alto. Faltaría más. Solo alguien con voluntad de matar a James Bond podría idear una vuelta de tuerca mayor a la que fue Muere otro día y superar tal cantidad de idioteces. Es evidente que hacía falta un cambio y, sin embargo, lo que para algunos ha supuesto

Historia Real

¿Le apasionan a Usted las historias palaciegas? ¿O más bien considera que las monarquías actuales carecen del más mínimo interés histórico?. ¿Siguió Usted con absoluta devoción la vida y milagros de la princesa Diana y con la misma absoluta tristeza lloró su muerte? ¿O simplemente sufrió un breve periodo de estupefacción inicial y con el tiempo la ha borrado de su mente?. ¿Le interesa a Usted cómo se vivieron de puertas para adentro aquellos días posteriores al fallecimiento de la princesa del pueblo en el entorno de la familia real británica? ¿O, puestos a interesar, le suscitaría más morbo una recreación de las cacerías que se gasta nuestro campechano rey? Si tiende a responder afirmativamente las primeras opciones, The Queen es su película. Stephen Frears ha decidido centrar las dos horas de su último filme precisamente en la semana posterior al accidente de coche que acabó con la vida de la princesa de Gales, el 30 de agosto de 1997. Ello le ha servido para hacer un retrato intimi

The Departed

Cansado de ser siempre el blanco de todas las gracias habidas y por haber en la gala de entrega de los Oscar, Jack Nicholson ha decidido apostar fuerte por una presencia un tanto más gratificante para la próxima ceremonia, como por ejemplo, la de subir al escenario para recoger la que sería ya su cuarta estatuilla. O al menos para no perder la costumbre de aparecer en el recuadro de los nominados, experiencia que ya ha vivido la friolera de 12 ocasiones! Jackie, con su personaje de Costello en esta última película de Scorsese, apuesta por caballo ganador. Un capo de la mafia irlandesa sin escrúpulos, temido y respetado en toda la ciudad de Boston, es un papel que le viene como anillo al dedo a un actor acostumbrado a las grandilocuencias. Desde luego, arrasa. Otro que también debe estar harto, éste con más razón, de su casi humillante papel en los Oscar no es otro que el propio director de Infiltrados , título fatalmente adaptado, por cierto, del más sugerente Los difuntos (No sé, es

De modelo a incomunicadora

Judit Mascó es fría como un témpano, incompetente como presentadora, sosa, sin gracia ni espontaneidad, sin saber aprovechar los buenos momentos, nula como entrevistadora y con una absoluta falta de empatía con ninguna de las chicas, ni familiares, ni compañeros del programa. Si esto ya era evidente a lo largo de todos los programas de Supermodelo 2006 , en la final de ayer se hizo todavía más patente, sobre todo en ese momento Lancia con la ganadora del concurso. Fue de escándalo En la vida se había visto una sumisión tan absoluta a los dictámenes de la publicidad, leyendo como una posesa un texto que no se creería ni el propio director de marketing de la compañía automovilística. Harían bien los responsables de Cuatro buscando desde ya una buena sustituta para la más que probable próxima edición de Supermodelo. Y es que no basta con ser mona para conducir un programa de televisión (¡a ver si se enteran de una vez los productores que hay muchos profesionales de la comunicación en paro

Exclusivo Woody

Que buenas son las películas de Woody Allen con Woody Allen. Eso es lo que viene a constatar Scoop . Que su histriónica presencia es más que necesaria en el metraje, sobre todo cuando hablamos de una comedia como ésta, en la que su peculiar sentido del humor es elemental. Y aquí es donde entran en juego los gustos personales de cada uno, ya que el director neoyorquino es de los que entran o no entran. Los woodyófilos contra los woodyfóbicos. Yo pertenezco a la primera categoría, a pesar de no contarme entre sus innumerables e incondicionales admiradores a los que cualquiera de sus películas les parece una obra maestra. Pero hay algo que tengo claro: su ingenio a la hora de dirigir, escribir e interpretar es único y muy necesario. En el caso de Scoop , ninguno de los otros intérpretes, ni la guapísima Scarlett Johansson ni el guapísimo Hugh Jackman, consiguen hacerle sombra al feísimo pero muy inteligente Allen. El espectador acaba más pendiente de cuál va a ser su próxima salida de ton

La Bestia Beethoven

Cuenta la directora polaca Agnieszka Holland que no quería dedicarle tan sólo cinco minutos al clímax de su película sobre los últimos años de Ludwig van Beethoven. Ese sería el tiempo máximo que cualquier productor estaría dispuesto a concederle sin que se le pusieran los pelos como escarpias. Ella, en cambio, decidió colaborar con su hija para condensar en 15 minutos los más de 70 que dura la Novena Sinfonía del compositor alemán, consciente de la importancia que adopta en su relato el estreno de una de sus obras más importantes. De ahí que el espectador acuda a todo un concierto de música clásica en versión reducida con una hermosa puesta en escena sin que en ningún momento esos 15 minutos induzcan al bostezo. Estamos en la Viena de 1824. Por aquél entonces, Beethoven ya adolecía de una importante sordera que le obligaba a usar trompetilla para entender a sus interlocutores y a ingeniárselas con diferentes artilugios para captar el sonido de la música. Durante estos años, los último

El futuro sombrío de nuestros hijos

El futuro será más negro que el carbón. Eso es lo que uno concluye cuando ve que no hay película del género que se precie que no pinte un mañana oscuro, caótico o desolador. No iba a ser menos Hijos de los hombres , que se sitúa en pleno 2027. Un año al que poco tenemos que envidiar en cuanto a desarrollo tecnológico pero mucho que temer en lo que se refiere a calidad de vida. Aquí no hay coches que se desplacen verticalmente ni pantallas virtuales pero sí mucha miseria, mucho miedo y una plaga de infertilidad que desde hace 18 años impide que las mujeres se queden embarazadas. Por lo demás, el mundo, según PD James, autor en el que se ha inspirado el mejicano Alfonso Cuarón a la hora de confeccionar esta película, sigue igual. Mejor dicho, ha ido a peor. Londres es el único reducto de la tierra que ha conseguido sobrevivir a la avalancha de la inmigración, mientras el resto de lugares del planeta sucumben a la violencia y al terrorismo radical. Sin embargo, el precio que la ciudad ha

Un laberinto redondo

El laberinto del fauno recuerda en algunos momentos a la mentalidad infantil y la narración fabulosa más propia de Tim Burton. Sin embargo, y aún siendo admirador de ambos creadores, la comparación no deja de ser disparatada. El universo mágico del director de Eduardo Manostijeras se aleja bastante de la fantasía realista que tan magistralmente crea Guillermo Del Toro con este filme, y finalmente la semejanza sólo se reduce a determinados personajes y a situaciones concretas. Porque si bien es complicado hacer volar la imaginación del espectador, algo en lo que está más que curtido Burton, mucho más es todavía ir alternando las nubes con el suelo sin perder por el camino la coherencia. El mejicano no sólo lo consigue sino que logra convencer tanto en el relato de la más cruda realidad como en el de la fábula más imaginativa. La película tiene como absolutos protagonista y antagonista a Ofelia, una niña de 13 años que viaja junto con su madre a un remoto pueblo de Galicia en pleno ini

DemencialCat

La campaña electoral ha comenzado en Catalunya. Si bien oficialmente lo hacía a las doce de esta noche, la disputa por la presidencia de la Generalitat se inició como mínimo unas horas antes con la distribución masiva del DVD ConfidencialCat . Hace días que todos los partidos ocupan las vallas publicitarias con lemas cargados de reproches y carentes de políticas, pero es evidente que la edición del polémico documental, que mi quiosquera habitual asegura distribuyeron todos los diarios a excepción de El Mundo y ABC , marca el inicio de la contienda. Tuve la osadía de tragarme los 55 minutos que dura este prodigio de la imparcialidad, este folletín propagandístico que sigue a rajatabla los principios que en su día estableció Goebbels para asegurar el éxito de todo discurso político. Uno de ellos es el principio de simplificación y del enemigo único, que consiste en focalizar todos los ataques hacia un único adversario. No es difícil adivinar sobre quién recae todo el peso de la culpabil

Entre rejas

Una prisión de máxima seguridad. Una condena injusta. Un plan, una huída y unos cómplices, pero también imprevistos, barrotes y enemigos a batir. El argumento, desde luego, no es nada nuevo, si no fuera porque hasta el momento el género carcelario ha sido terreno exclusivo de la gran pantalla. Cuando la trama se alarga durante más de 20 episodios, se entremezclan mil y una subtramas y los giros argumentales son el pan de cada día, estamos hablando de algo más insólito, un serial carcelario, cuyo resultado habrá que juzgar a medida que avancen las temporadas. De momento, ya sabemos que Prison Break termina su primera sesión con la huída de los dos hermanos de la prisión de Fox River. Acaba así uno de los principales objetivos de Michael Scofield cuando entra a la penitenciaría como recluso para rescatar a su hermano condenado injustamente, o al menos así lo aseguran, a la silla eléctrica. La pregunta es: ¿qué más tiene que contar esta serie? Conocemos que el condenado a la pena máxima

Las nueve vidas de las mininas

Lo desconocía totalmente. Si aquí los gatos tienen siete vidas (tal como nos aseguraba Antonio Flores en una de sus canciones o la cabecera de una de las mejores series españolas), resulta que en el mundo anglosajón los mininos tienen nada más y nada menos que nueve. 9 vidas. En todo caso, ya sean siete, nueve o mil, la esencia de la frase es bien clara. El instinto de supervivencia de todo animal, ese que ayuda a levantarse tras volverse a caer, es la idea que esconde la metáfora. Es precisamente de lo que están hechas las mujeres, o la mayoría de ellas. De esa fuerza inusitada que las empuja a tirar adelante a pesar de los baches, por profundos que éstos sean. Las 9 vidas de Rodrigo García (más conocido como el hijo de Gabriel García Márquez) son la plasmación visual de la metáfora. Nueve mujeres enfrentadas a sendas preocupaciones, de mayor o menor magnitud, sobreviven a los años sin perder del todo la cordura pero a su vez sin permitir que entren en el olvido. En un momento en el q

1. Volver, 2. Salvador y 3. Alatriste

Algo más en común que ser una de las candidatas propuestas para los Oscar por nuestra Academia de cine tiene Salvador con Alatriste . Desde luego no se trata del presupuesto, que de bien seguro no alcanza ni la cuarta parte de los 24 millones que ha costado la gran superproducción española del año. Añadiría, en cambio, que, como en la vida, el dinero no lo es todo. Y esto es algo que se deja notar cuando uno compara ambas producciones. Más cosas en común, decía, tienen Salvador y Alastriste . De entrada, la participación de un actor externo a la cantera nacional como estrella y como reclamo principal. La gran aportación de la película de Agustín Díaz Yanes es sin duda la presencia de Viggo Mortensen. Todavía no son conscientes los productores del filme del gran favor que les ha hecho este impecable actor a la hora de participar en un filme que, a pesar de su ambición, fracasa estrepitosamente en la narración. No hay que desmerecer el papel del resto del reparto de la película, con lo

Especial USA: El 11-S en la gran pantalla

Dos maneras muy distintas de enfocar una catástrofe. Una, a la búsqueda del realismo. La otra, en busca del heroísmo. Cinco años ha tardado Hollywood en llevar a la pantalla el atentado terrorista más grave de la historia de Estados Unidos. Tarde o temprano tenía que ocurrir. El 11-S tenía todos los números y todos los ingredientes para ser llevado al cine. Dos películas muy coincidentes en el tiempo han sido las encargadas de romper el hielo de tan espinoso tema que de bien seguro deparará nuevos y más variados proyectos en el futuro. Por el momento, ambas películas primerizas dejan el listón bien alto, aunque con resultados muy dispares entre ellas. Se deja notar la procedencia de sus directores con sólo observar el enfoque de ambos filmes. Paul Greengrass, inglés, ha decidido con United 93 ofrecer una visión lo más realista y documentada posible precisamente sobre uno de los vuelos de los que se desconocen más datos y se derivan más especulaciones, el vuelo homónimo que se estrelló

Especial USA: ¡Patakys on a plane!

Publicidad de la película por todas partes. Iluminando parte del decorado de Times Square, en los autobuses, en taxis, en la televisión, tanto en formato anuncio como en formato entrevista interesada en el programa de turno (un ejemplo: Samuel L. Jackson en Ellen , el programa homónimo de la espontánea, fresca, divertida, payasa, y exnovia de Anne Heche, DeGeneres). Snakes on a plane hasta en la sopa, vamos. Es increíble la poderosa maquinaria publicitaria que ejercitan las productoras norteamericanas para promocionar sus películas en su país de origen, sobre todo sí, como ésta, son malas de cojones (disculpen que haya vuelto tan rudo de las llanuras estadounidenses). El caso es que tanta promoción tiene su efecto. Es la primera vez que me encuentro en una sala de cine al público vitoreando los títulos de crédito iniciales con auténtica devoción, como si hubieran estado esperando toda una vida para ver en pantalla esa obra maestra llamada Serpientes en el avión . Ni en los estrenos de

Especial USA: ¡Misión cumplida!

Lo más cercano que estuve al puente de Brooklyn. Desde el de Manhattan. El banco de Woody yo para mí que ya ha desaparecido... Ahí la tienen. The White House con manifestación en contra de la guerra contra el Líbano incluída. Para que luego digan que todos los americanos son iguales. Menos mal que Bush andaba de vacaciones... Nadie podrá negarme que siguiéramos el rastro de Thelma & Louise eh? Desde luego, Monument Valley se conserva igual! La distribución de hoteles de la foto de CSI no me cuadra. Fotomontaje seguro. No, no me encontré con Grissom. Aquí, París visto por un arquitecto de Las Vegas... Benidorm al lado de esto es un paisaje virgen! Así es el interior del Kodak Theatre. En las columnas aparecen las galardonadas como mejor película de cada año. Y como imagen final, una de las sorpresas del viaje: estuve en uno de los bares más famosos de la televisión!! (también en el hostal de 'Las chicas Gilmore' pero como no la he visto nunca no lo aprecié lo suficiente..

Haciendo aguas con el Poseidón

Sirva de advertencia que me encanta el cine de catástrofes. No he visto El coloso en llamas , la primera que viene a la mente cuando mencionamos el género, pero Terremoto o Aeropuerto o las más recientes Pánico en el túnel o Un pueblo llamado Dante’s Peak se encuentran bien ancladas en mi memoria. Me da igual si se trata de incendios, erupciones volcánicas, terremotos, tormentas, inundaciones, hundimientos o una thermomix de todas ellas. Me da igual que este tipo de filmes sean de dudosa calidad cinematográfica. Las catástrofes en la pantalla me gustan (¿debería hacérmelo mirar?). Y probablemente eso no juega en mi favor a la hora de analizar una película como Poseidón . Sin embargo, gracias a la experiencia acumulada con los años y tras múltiples visionados de auténticas tragedias colectivas, uno acaba adquiriendo cierto criterio para diferenciar las grandes producciones de sus fotocopias de bajo presupuesto. Y puedo asegurar que Poseidón , auténtica apología del cartón piedra, pe