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Mostrando entradas de septiembre, 2006

Las nueve vidas de las mininas

Lo desconocía totalmente. Si aquí los gatos tienen siete vidas (tal como nos aseguraba Antonio Flores en una de sus canciones o la cabecera de una de las mejores series españolas), resulta que en el mundo anglosajón los mininos tienen nada más y nada menos que nueve. 9 vidas. En todo caso, ya sean siete, nueve o mil, la esencia de la frase es bien clara. El instinto de supervivencia de todo animal, ese que ayuda a levantarse tras volverse a caer, es la idea que esconde la metáfora. Es precisamente de lo que están hechas las mujeres, o la mayoría de ellas. De esa fuerza inusitada que las empuja a tirar adelante a pesar de los baches, por profundos que éstos sean. Las 9 vidas de Rodrigo García (más conocido como el hijo de Gabriel García Márquez) son la plasmación visual de la metáfora. Nueve mujeres enfrentadas a sendas preocupaciones, de mayor o menor magnitud, sobreviven a los años sin perder del todo la cordura pero a su vez sin permitir que entren en el olvido. En un momento en el q

1. Volver, 2. Salvador y 3. Alatriste

Algo más en común que ser una de las candidatas propuestas para los Oscar por nuestra Academia de cine tiene Salvador con Alatriste . Desde luego no se trata del presupuesto, que de bien seguro no alcanza ni la cuarta parte de los 24 millones que ha costado la gran superproducción española del año. Añadiría, en cambio, que, como en la vida, el dinero no lo es todo. Y esto es algo que se deja notar cuando uno compara ambas producciones. Más cosas en común, decía, tienen Salvador y Alastriste . De entrada, la participación de un actor externo a la cantera nacional como estrella y como reclamo principal. La gran aportación de la película de Agustín Díaz Yanes es sin duda la presencia de Viggo Mortensen. Todavía no son conscientes los productores del filme del gran favor que les ha hecho este impecable actor a la hora de participar en un filme que, a pesar de su ambición, fracasa estrepitosamente en la narración. No hay que desmerecer el papel del resto del reparto de la película, con lo

Especial USA: El 11-S en la gran pantalla

Dos maneras muy distintas de enfocar una catástrofe. Una, a la búsqueda del realismo. La otra, en busca del heroísmo. Cinco años ha tardado Hollywood en llevar a la pantalla el atentado terrorista más grave de la historia de Estados Unidos. Tarde o temprano tenía que ocurrir. El 11-S tenía todos los números y todos los ingredientes para ser llevado al cine. Dos películas muy coincidentes en el tiempo han sido las encargadas de romper el hielo de tan espinoso tema que de bien seguro deparará nuevos y más variados proyectos en el futuro. Por el momento, ambas películas primerizas dejan el listón bien alto, aunque con resultados muy dispares entre ellas. Se deja notar la procedencia de sus directores con sólo observar el enfoque de ambos filmes. Paul Greengrass, inglés, ha decidido con United 93 ofrecer una visión lo más realista y documentada posible precisamente sobre uno de los vuelos de los que se desconocen más datos y se derivan más especulaciones, el vuelo homónimo que se estrelló