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The Departed

Cansado de ser siempre el blanco de todas las gracias habidas y por haber en la gala de entrega de los Oscar, Jack Nicholson ha decidido apostar fuerte por una presencia un tanto más gratificante para la próxima ceremonia, como por ejemplo, la de subir al escenario para recoger la que sería ya su cuarta estatuilla. O al menos para no perder la costumbre de aparecer en el recuadro de los nominados, experiencia que ya ha vivido la friolera de 12 ocasiones! Jackie, con su personaje de Costello en esta última película de Scorsese, apuesta por caballo ganador. Un capo de la mafia irlandesa sin escrúpulos, temido y respetado en toda la ciudad de Boston, es un papel que le viene como anillo al dedo a un actor acostumbrado a las grandilocuencias. Desde luego, arrasa.
Otro que también debe estar harto, éste con más razón, de su casi humillante papel en los Oscar no es otro que el propio director de Infiltrados, título fatalmente adaptado, por cierto, del más sugerente Los difuntos (No sé, es como si en su día hubiesen cambiado El Padrino por uno tan evidente como Mafia). Si alguien debe estar hasta las narices, decía, de ser vilipendiado por los académicos de Hollywood ése es Martin Scorsese. Es evidente que Gangs of New York no se merecía ni un solo premio, pero Uno de los nuestros o Toro Salvaje también estuvieron nominadas en su momento y no se dignaron a concederle el sobrevalorado pero indispensable galardón. Ni siquiera le tuvieron en cuenta Taxi Driver como finalista. Por tanto, motivos para estar cabreado tiene. Con The Departed es probable que vuelva a estar en el plantel de nominados y si en esta ocasión, aún sin saber quienes serán sus contrincantes, no consigue la estatuilla dorada, desde luego, es para que el director neoyorquino se plante y exprese su deseo de no volver a entrar en el viciado juego de los Oscar.
Con esto que vengo a decir. Que su última película es magistral, que si con esta no le reconocen el mérito de su carrera, desde luego es probable que no quieran reconocérselo nunca. Porque en pocas ocasiones podremos disfrutar de tanto talento junto, encabezado por dos amigos, Jackie y Martin, que incomprensiblemente jamás habían trabajado juntos y cuya primera vez resulta espectacular. No solo por este duelo de titanes sino por el reparto al completo. Tanto Matt Damon como Leo diCaprio, uno en el papel de infiltrado mafioso, el otro en el de topo policial, están a la altura, así como Mark Wahlberg encarnando al policía cabrón y el presidente Martin Sheen al policía bonachón. Incluso el a menudo ridiculizado Alec Baldwin se comporta.
Las dos horas y media de metraje se devoran. Con una acción in crescendo, la historia va adquiriendo a medida que avanza mayor número de pulsaciones por minuto. A pesar de que algunos diálogos o situaciones pueden resultar algo confusas, la sencillez de la trama principal termina por imponerse para centrar al espectador. El duelo entre dos topos que conocen la existencia pero no la identidad el uno del otro es más que suficiente para dotar al filme de situaciones de pura tensión en las que ambos deben luchar por mantenerse en el anonimato.
De todas ellas, una ha quedado marcada en mi retina, por aunar tensión, giros en el argumento y acción. Momento crucial de la película en el que coinciden en un mismo edificio el infiltrado en el clan irlandés, el jefe de la policía , única persona que conoce su verdadera identidad, el otro topo introducido en el cuerpo policial, en situación privilegiada desde la comandancia de la policía, y amigos y enemigos de uno y otro bando. A partir de ese momento de alto voltaje, la película aprieta el acelerador y ya no lo suelta hasta los créditos finales. Justo antes, las últimas secuencias, en una escalada de varios tiros a matar, cierran la trama sin dejar ni un solo cabo suelto. Ni uno excepto en la soberbia imagen final, en la que una rata deambula a sus anchas por un balcón en vistas a la ciudad de Boston. Scorsese, otro director que abandona por un momento Nueva York, vuelve a brillar como en sus mejores momentos. ¿Será que a todos nos conviene de vez en cuando un cambio de aires?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
por donde empiezas...por el primero no????

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