Jamás imaginé que lo diría, pero este año los Goya han superado a los Oscars. Los cambios introducidos para ganar audiencia televisiva han jugado en contra del ritmo y la espectacularidad que suelen reinar en la ceremonia del Kodak Theater. Ni la presentación a dúo de Steve Martin y Alec Baldwin, ni el overbooking de candidatas a mejor película, ni la desubicada presencia de ídolos adolescentes como Zac Efron o Miley Cyrus han conseguido insuflar dosis de ingenio a una edición bastante previsible. El Hollywood más acomplejado le da la espalda a los rentables efectos digitales de James Cameron y corona al impecable cine de acción bélica de su exmujer, Kathryn Bigelow, mientras el Oscar al mejor guión adaptado recae en Precious alias “nadie me quiere”. Contradiciendo aquello de más es mejor, ninguna de las diez aspirantes de este año alcanzaba el nivel de la pasada edición, mientras filmes notables como The road o A single man quedaban injustamente fuera de la quiniela. Solo hay algo que cabe esperar de cara a los Oscars siguientes: ¡Que vuelva Hugh Jackman! Y si no está disponible siempre les quedará Andreu Buenafuente.
Las miniseries de la HBO gozan de un destacable prestigio, casi tan importante como el de sus series, y sin embargo son unas grandes desconocidas para el público internacional. Hasta ahora. Porque desde Angels in America no veíamos tanta repercusión como la que ha tenido Mildred Pierce , una exquisita pieza de cinco episodios con un reclamo infalible: Kate Winslet . No en vano, la ganadora de un Oscar por El lector protagoniza todas y cada una de las escenas de una miniserie que, sin embargo, destaca por otros motivos además de la presencia de un valor tan seguro. Si hay algo que objetar acerca de Mildred Pierce es, sin duda, su descompensación. Los tres primeros capítulos son de cocción lenta, narrándonos los inicios de Mildred, una mujer hecha a sí misma, que se quedó prácticamente con lo puesto tras separarse de su marido y que termina levantando un imperio hostelero a base de pollo frito. Los dos últimos episodios, en cambio, saben a poco. Es cuando la narración se vuelve de gol...
Comentarios
Y no he visto Avatar pero tampoco creo que merezca 4 galardones una película de esas características (auqnue si son técnicos tampoco me voy a quejar)
Por cierto, en la foto Barbra Streisand no tiene facciones... cuánto botox! cuánta cirugía! cuánto asco!