El éxito arrollador de El orfanato le abrió las puertas de Hollywood a un primerizo Juan Antonio Bayona. Al menos es lo que se aseguraba desde la Universal en 2008, cuando se anunció que el director español volvería a estar cobijado por Guillermo del Toro en Hater. El rodaje debió iniciarse el año pasado pero desde entonces nada ha vuelto a saberse de este proyecto fantasma. Mientras, este mismo mes se conocía que el esperado segundo largometraje de Bayona se centrará en el tsunami de Indonesia de 2004. Ni rastro de Hater.
El filme americano del director novel iba a centrarse en la novela homónima de ciencia ficción de David Moody. De hecho, su editorial española, Minotauro, se ha espabilado en potenciar la portada del libro con el gancho de ser la próxima película del director de El orfanato. Esperemos que no tengan que renunciar a tan atractivo eslogan, pues de bien seguro que las ventas no serán demasiado espectaculares sin el reclamo de la adaptación.
La novela de Moody sólo puede salir ganando con su traslado a la gran pantalla. No sólo por el aumento de ejemplares vendidos sino por una trama que pide a gritos imágenes en celuloide. La historia se centra en Danny McCoyne, un hombre hasta las narices de lidiar con los cabreados ciudadanos que han sido multados por el ayuntamiento y de llegar a cuentagotas a fin de mes. Sumido en una existencia anodina, su entorno comienza a sufrir una serie de inexplicables sucesos. Personas corrientes adoptan de repente una actitud de violencia brutal contra todo aquél que los rodea.
El fenómeno se inicia con un hecho aislado. Un hombre la emprende a golpes contra una señora mayor en un supermercado ante el estupor de su clientela. La violencia es extrema y, desde luego, el efectismo de la posible secuencia es indudable. Los sucesos comienzan a extenderse por toda la ciudad, hasta alcanzar al mismísimo entorno del protagonista, obligado a vivir terribles experiencias en compañía de sus hijas pequeñas.
El libro abusa demasiado de estas situaciones inexplicables, llegando a ser reiterativo, pero de bien seguro que su traslado al cine puede constituir una excelente cinta de terror, repleta de momentos de alto impacto. Su lectura no es muy placentera, incluso excesivamente simple, pero en manos de Bayona puede convertirse en un trepidante filme de acción cargado de escenas como las de la abuela atropellada de El orfanato.
Por si fuera poco, la novela presenta un giro bastante inusual en su argumento, que pude suponer uno de los momentos más espectaculares de la posible cinta. Pocas veces se nos brinda en el cine la oportunidad de formar parte de un punto de vista como el que nos ofrece Moody en Odio, si bien es cierto que resulta mucho menos complicado de ejecutar en la literatura que en la gran pantalla.
En todo caso, habrá que esperar a que el proyecto llegue finalmente a buen puerto. Sin actores confirmados y, sobre todo, sin fechas previstas, la adaptación de Odio ha quedado en punto muerto y sin expectativas de arrancar. De su puesta en marcha depende la popularidad de un libro innecesario y para olvidar, concebido únicamente con la voluntad de terminar en manos de un gran estudio. ¿Demasiado comercial para Bayona?
El filme americano del director novel iba a centrarse en la novela homónima de ciencia ficción de David Moody. De hecho, su editorial española, Minotauro, se ha espabilado en potenciar la portada del libro con el gancho de ser la próxima película del director de El orfanato. Esperemos que no tengan que renunciar a tan atractivo eslogan, pues de bien seguro que las ventas no serán demasiado espectaculares sin el reclamo de la adaptación.
La novela de Moody sólo puede salir ganando con su traslado a la gran pantalla. No sólo por el aumento de ejemplares vendidos sino por una trama que pide a gritos imágenes en celuloide. La historia se centra en Danny McCoyne, un hombre hasta las narices de lidiar con los cabreados ciudadanos que han sido multados por el ayuntamiento y de llegar a cuentagotas a fin de mes. Sumido en una existencia anodina, su entorno comienza a sufrir una serie de inexplicables sucesos. Personas corrientes adoptan de repente una actitud de violencia brutal contra todo aquél que los rodea.
El fenómeno se inicia con un hecho aislado. Un hombre la emprende a golpes contra una señora mayor en un supermercado ante el estupor de su clientela. La violencia es extrema y, desde luego, el efectismo de la posible secuencia es indudable. Los sucesos comienzan a extenderse por toda la ciudad, hasta alcanzar al mismísimo entorno del protagonista, obligado a vivir terribles experiencias en compañía de sus hijas pequeñas.
El libro abusa demasiado de estas situaciones inexplicables, llegando a ser reiterativo, pero de bien seguro que su traslado al cine puede constituir una excelente cinta de terror, repleta de momentos de alto impacto. Su lectura no es muy placentera, incluso excesivamente simple, pero en manos de Bayona puede convertirse en un trepidante filme de acción cargado de escenas como las de la abuela atropellada de El orfanato.
Por si fuera poco, la novela presenta un giro bastante inusual en su argumento, que pude suponer uno de los momentos más espectaculares de la posible cinta. Pocas veces se nos brinda en el cine la oportunidad de formar parte de un punto de vista como el que nos ofrece Moody en Odio, si bien es cierto que resulta mucho menos complicado de ejecutar en la literatura que en la gran pantalla.
En todo caso, habrá que esperar a que el proyecto llegue finalmente a buen puerto. Sin actores confirmados y, sobre todo, sin fechas previstas, la adaptación de Odio ha quedado en punto muerto y sin expectativas de arrancar. De su puesta en marcha depende la popularidad de un libro innecesario y para olvidar, concebido únicamente con la voluntad de terminar en manos de un gran estudio. ¿Demasiado comercial para Bayona?
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Saludos.