Homeland 5x01
Siguiendo la exitosa estrategia de la cuarta temporada, la serie cambia de nuevo de escenario para trasladarnos a Carrie a un territorio a priori más amable. Y como ocurriera también en la anterior entrega, los guionistas han preferido no dar mucha tregua al espectador. La acción tarda apenas unos minutos en llegar y enseguida nos vemos envueltos en un nuevo caso que no puede estar más ligado a la actualidad. Homeland ha encontrado su filón en los acontecimientos que abren cada día los telediarios de medio mundo y esta es, sin duda, una de las mejores decisiones que ha podido tomar el equipo de la serie a lo largo de su desigual andadura (aunque, si hacemos balance, sólo la tercera temporada se desmarca de su impecable historial).
Berlín se convierte de repente en el punto de confluencia de tres asuntos que todavía hoy sacuden el panorama internacional: las escuchas ilegales de Estados Unidos en Europa, el avance del Estado Islámico en Siria y la consecuente crisis de refugiados. Todo un polvorín en cuyo centro se encontrará la nueva Carrie, ahora convertida en jefa de seguridad de una misteriosa fundación, y un Saul resentido con su pupila por la brusca despedida de dos años atrás. Quinn, por su parte, mantiene su actitud de rebelde indignación y se convierte en el azote moral de una CIA muy poco acostumbrada a la autocrítica. Homeland ha vuelto con el mismo espíritu del año pasado, sin conceder respiro y sin dejar títere con cabeza.
The Affair 2x01
Los que despotricaron de la deriva culebronesca que adquirió la serie en la segunda mitad de la primera temporada, se encontrarán ahora con un retorno a su esencia que debería reconciliarlos de nuevo con este maravilloso díptico, ahora cuadríptico, sobre la subjetividad. Porque The affair ha vuelto cuidando de nuevo hasta el último detalle, convirtiendo cada punto de vista en un espectáculo de matices que nos llevaría horas interpretar. Por eso, la entrada de dos nuevos prismas, hasta ahora actores secundarios de una historia entre dos, resulta de lo más sugerente.
Este primer capítulo obvia los acontecimientos que sucedieron en el episodio final y deja en el aire qué sucedió realmente en casa de la suegra de Alison, cuando Cole apuntó a Noah con una pistola por muy diferentes motivos, según la versión escogida. La investigación y la detención del protagonista por la muerte de Scotty, sin embargo, se mantienen. Pero lo realmente interesante de la serie se refuerza con este primer duelo de versiones entre un matrimonio en pleno trámite de separación. La visión de Noah sobre su suegra –fría, retorcida, vestida de negro- y su propia mujer –distante, rencorosa y combativa-, incluso hasta su percepción del mediador, se contraponen a las de Helen, que viste a su madre de blanco y adopta una actitud de lo más conciliadora durante la firma del documento de divorcio. Es ahí, en esa fantástica recreación de las percepciones, en ese rechazo a la verdad indisoluble, que The affair se hace grande, convirtiendo la resolución del asesinato de Scotty en una trama accesoria y sin importancia.
The Leftovers 2x01
Una proeza. De absoluta obra maestra podría calificarse el arranque de la segunda temporada de una de las series más interesantes y perturbadoras de los últimos años. Recordando de alguna manera a 2001: una odisea en el espacio, incluso a Holocausto Caníbal, The Leftovers iniciaba su nueva andadura, ya sin la guía del libro original de Tom Perrotta, con un pasaje de la prehistoria, el de una madre y su hijo tratando de sobrevivir en un entorno hostil. Ni un solo detalle queda a la imaginación, desde el momento del parto hasta una muerte brutal por picadura de serpiente, fieles a la esencia explícita y polémica del año anterior.
The Leftovers se traslada de Mapleton a Jarden, el único pueblo del mundo que quedó libre de toda ascensión. Por ese motivo, se convierte en lugar de peregrinaje para miles de supervivientes que persiguen su propio milagro. La vida es aparentemente apacible, pero poco a poco va emergiendo un trasfondo tan enigmático y truculento como el de la temporada anterior, el que personifica el cabeza de la familia Murphy, una especie de guardián de la fe que se convertirá en el alter ego del protagonista –Theroux soñaba con perros; su nuevo vecino oye grillos-. Por si fuera poco, la serie no sólo se ha limitado a volver manteniendo su esencia inquietante sino que ha congratulado a sus seguidores mejorando su única pega: los títulos de crédito. Mucho más bellos, ahora también cumplen su función. Desconciertan.
Siguiendo la exitosa estrategia de la cuarta temporada, la serie cambia de nuevo de escenario para trasladarnos a Carrie a un territorio a priori más amable. Y como ocurriera también en la anterior entrega, los guionistas han preferido no dar mucha tregua al espectador. La acción tarda apenas unos minutos en llegar y enseguida nos vemos envueltos en un nuevo caso que no puede estar más ligado a la actualidad. Homeland ha encontrado su filón en los acontecimientos que abren cada día los telediarios de medio mundo y esta es, sin duda, una de las mejores decisiones que ha podido tomar el equipo de la serie a lo largo de su desigual andadura (aunque, si hacemos balance, sólo la tercera temporada se desmarca de su impecable historial).
Berlín se convierte de repente en el punto de confluencia de tres asuntos que todavía hoy sacuden el panorama internacional: las escuchas ilegales de Estados Unidos en Europa, el avance del Estado Islámico en Siria y la consecuente crisis de refugiados. Todo un polvorín en cuyo centro se encontrará la nueva Carrie, ahora convertida en jefa de seguridad de una misteriosa fundación, y un Saul resentido con su pupila por la brusca despedida de dos años atrás. Quinn, por su parte, mantiene su actitud de rebelde indignación y se convierte en el azote moral de una CIA muy poco acostumbrada a la autocrítica. Homeland ha vuelto con el mismo espíritu del año pasado, sin conceder respiro y sin dejar títere con cabeza.
The Affair 2x01
Los que despotricaron de la deriva culebronesca que adquirió la serie en la segunda mitad de la primera temporada, se encontrarán ahora con un retorno a su esencia que debería reconciliarlos de nuevo con este maravilloso díptico, ahora cuadríptico, sobre la subjetividad. Porque The affair ha vuelto cuidando de nuevo hasta el último detalle, convirtiendo cada punto de vista en un espectáculo de matices que nos llevaría horas interpretar. Por eso, la entrada de dos nuevos prismas, hasta ahora actores secundarios de una historia entre dos, resulta de lo más sugerente.
Este primer capítulo obvia los acontecimientos que sucedieron en el episodio final y deja en el aire qué sucedió realmente en casa de la suegra de Alison, cuando Cole apuntó a Noah con una pistola por muy diferentes motivos, según la versión escogida. La investigación y la detención del protagonista por la muerte de Scotty, sin embargo, se mantienen. Pero lo realmente interesante de la serie se refuerza con este primer duelo de versiones entre un matrimonio en pleno trámite de separación. La visión de Noah sobre su suegra –fría, retorcida, vestida de negro- y su propia mujer –distante, rencorosa y combativa-, incluso hasta su percepción del mediador, se contraponen a las de Helen, que viste a su madre de blanco y adopta una actitud de lo más conciliadora durante la firma del documento de divorcio. Es ahí, en esa fantástica recreación de las percepciones, en ese rechazo a la verdad indisoluble, que The affair se hace grande, convirtiendo la resolución del asesinato de Scotty en una trama accesoria y sin importancia.
The Leftovers 2x01
Una proeza. De absoluta obra maestra podría calificarse el arranque de la segunda temporada de una de las series más interesantes y perturbadoras de los últimos años. Recordando de alguna manera a 2001: una odisea en el espacio, incluso a Holocausto Caníbal, The Leftovers iniciaba su nueva andadura, ya sin la guía del libro original de Tom Perrotta, con un pasaje de la prehistoria, el de una madre y su hijo tratando de sobrevivir en un entorno hostil. Ni un solo detalle queda a la imaginación, desde el momento del parto hasta una muerte brutal por picadura de serpiente, fieles a la esencia explícita y polémica del año anterior.
The Leftovers se traslada de Mapleton a Jarden, el único pueblo del mundo que quedó libre de toda ascensión. Por ese motivo, se convierte en lugar de peregrinaje para miles de supervivientes que persiguen su propio milagro. La vida es aparentemente apacible, pero poco a poco va emergiendo un trasfondo tan enigmático y truculento como el de la temporada anterior, el que personifica el cabeza de la familia Murphy, una especie de guardián de la fe que se convertirá en el alter ego del protagonista –Theroux soñaba con perros; su nuevo vecino oye grillos-. Por si fuera poco, la serie no sólo se ha limitado a volver manteniendo su esencia inquietante sino que ha congratulado a sus seguidores mejorando su única pega: los títulos de crédito. Mucho más bellos, ahora también cumplen su función. Desconciertan.
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