Tráiler de My week with Marilyn
Muchos la conocimos como Jen Lindley en Dawson crece pero su carrera, aunque de forma muy silenciosa, hace ya tiempo que despegó hacia el cine más prestigioso. Desde que finalizó la serie de Kevin Williamson en 2003, Michelle Williams ha sido nominada en dos ocasiones para el Oscar (por Brokeback Mountain y Blue Valentine). Este año todo apunta a que volverá a pisar la alfombra roja con su sorprendente transformación para My week with Marilyn, un biopic de la malograda estrella de Hollywood visto a través de los ojos de un empleado de Laurence Olivier durante el rodaje de El príncipe y la corista. Buena factura, banda sonora emocionante y, sobre todo, una recreación fidedigna de escenas que forman parte del imaginario colectivo. Todos los ingredientes para el triunfo.
¿Acorralados o torturados?Ferran Monegal lo definía perfectamente en su columna de ayer en El Periódico de Catalunya. Tortura. Es a lo que sometieron los mandamases de Magnolia (“los creadores de Supervivientes”) a una de las concursantes de Acorralados. El pasado jueves, Sonia Baby, conocida por su prodigiosa vagina, pudo comprobar hasta dónde alcanzan los escrúpulos en determinadas televisiones. Y el nivel está bajo mínimos. A sabiendas de una infancia terrible, marcada por un entorno nada favorable, el programa decidió poner a la indefensa concursante entre la espada y la pared ofreciéndole una posible conexión con su madre, a la que hace años que no dirige la palabra. La mujer ha aprovechado el filón de su hija para pasear las miserias familiares por todo plató de Telecinco dispuesto a pagarle cuatro perras. Sonia Baby, entre lágrimas y en directo, desenmascaró la sucia estrategia del reality, que conocía perfectamente los motivos de esa falta de contacto. Hasta a Jorge Javier Vázquez se le congeló por fin la sonrisita.
Enganchado a Tu cara me suenaComo diría Bisbal, quién me iba a decir. En cuanto escuché la sintonía del programa, el grupo de baile inicial, todo me retrotrajo directamente a los programas de los años 90 dirigidos por Giorgio Aresu. Antena 3 parecía haber recuperado el esplendor de Lluvia de estrellas y lo había mezclado con la mecánica de Mira quién baila (o Más que baile, según prefieran). Lluvia de caspa. Caspa blanca nuclear, como el tono de este entretenimiento para todos los públicos. Y entre esa audiencia masiva, en busca de la evasión más fácil, me termino encontrando. No soporto a Àngel Llàcer. Detesto cómo presenta Manel Fuentes. Terminé hasta el moño de Carlos Latre. Y, sin embargo, ahí me tienen, cada semana enganchado a esta nueva vuelta de tuerca de la factoría Gestmusic. ¿Será la caracterización? ¿Su apología del travestismo? ¿Los bailes de Silvia Pantoja? No tengo la menor idea. El caso es que me pirro por ver el miércoles que viene a Carolina Ferre haciendo de King África. Quién me iba a decir!
Muchos la conocimos como Jen Lindley en Dawson crece pero su carrera, aunque de forma muy silenciosa, hace ya tiempo que despegó hacia el cine más prestigioso. Desde que finalizó la serie de Kevin Williamson en 2003, Michelle Williams ha sido nominada en dos ocasiones para el Oscar (por Brokeback Mountain y Blue Valentine). Este año todo apunta a que volverá a pisar la alfombra roja con su sorprendente transformación para My week with Marilyn, un biopic de la malograda estrella de Hollywood visto a través de los ojos de un empleado de Laurence Olivier durante el rodaje de El príncipe y la corista. Buena factura, banda sonora emocionante y, sobre todo, una recreación fidedigna de escenas que forman parte del imaginario colectivo. Todos los ingredientes para el triunfo.
¿Acorralados o torturados?Ferran Monegal lo definía perfectamente en su columna de ayer en El Periódico de Catalunya. Tortura. Es a lo que sometieron los mandamases de Magnolia (“los creadores de Supervivientes”) a una de las concursantes de Acorralados. El pasado jueves, Sonia Baby, conocida por su prodigiosa vagina, pudo comprobar hasta dónde alcanzan los escrúpulos en determinadas televisiones. Y el nivel está bajo mínimos. A sabiendas de una infancia terrible, marcada por un entorno nada favorable, el programa decidió poner a la indefensa concursante entre la espada y la pared ofreciéndole una posible conexión con su madre, a la que hace años que no dirige la palabra. La mujer ha aprovechado el filón de su hija para pasear las miserias familiares por todo plató de Telecinco dispuesto a pagarle cuatro perras. Sonia Baby, entre lágrimas y en directo, desenmascaró la sucia estrategia del reality, que conocía perfectamente los motivos de esa falta de contacto. Hasta a Jorge Javier Vázquez se le congeló por fin la sonrisita.
Enganchado a Tu cara me suenaComo diría Bisbal, quién me iba a decir. En cuanto escuché la sintonía del programa, el grupo de baile inicial, todo me retrotrajo directamente a los programas de los años 90 dirigidos por Giorgio Aresu. Antena 3 parecía haber recuperado el esplendor de Lluvia de estrellas y lo había mezclado con la mecánica de Mira quién baila (o Más que baile, según prefieran). Lluvia de caspa. Caspa blanca nuclear, como el tono de este entretenimiento para todos los públicos. Y entre esa audiencia masiva, en busca de la evasión más fácil, me termino encontrando. No soporto a Àngel Llàcer. Detesto cómo presenta Manel Fuentes. Terminé hasta el moño de Carlos Latre. Y, sin embargo, ahí me tienen, cada semana enganchado a esta nueva vuelta de tuerca de la factoría Gestmusic. ¿Será la caracterización? ¿Su apología del travestismo? ¿Los bailes de Silvia Pantoja? No tengo la menor idea. El caso es que me pirro por ver el miércoles que viene a Carolina Ferre haciendo de King África. Quién me iba a decir!
Comentarios
No me gusta Tu cara me suena exactamente por los mismos motivos que a tí: Manel Fuentes, Latre, Llàtzer... e incluíria a la Naranjo en el pack. Sólo me falta que pongan a Javier Sardà y ya tenemos el conjunto completo... Bodrio Completo, Bodrio Comansi!
Estoy desconectado...prefiero leer.
jesn