Ir al contenido principal

Follar no es un placer

De sobras es conocido que esta película va sobre un adicto al sexo. Y que la protagoniza un Michael Fassbender sin reparos a la hora de mostrar su miembro. Así que pasen y vean en primer lugar aquellos y aquellas deseosos de comprobar su portento. Porque lo tiene. No tendrán que esperar ni cinco minutos para visionarlo. La película incluso reserva una escena para los amantes del pissing, ese subgénero pornográfico especializado en micciones. Es probable que las hormonas desbocadas vean saciadas sus expectativas. Si ese es el único aliciente para ver Shame desde luego no aguanten más de quince minutos, porque su objetivo no es poner cachonda a la platea. El filme va sobre el sexo y el dolor y no, no trata precisamente sobre el hardcore. El sufrimiento es menos físico y desde luego menos placentero.

Brandon, el protagonista, vive sometido a una esclavitud diaria. Parece que los días, y sobre todo sus noches, no encuentren sentido sin una descarga sexual. Aprovecha los descansos de su trabajo para machacársela en los lavabos. Deambula de noche por las calles de Nueva York para colmar su apetito. En cada rincón de su apartamento esconde algo de pornografía, que también ha invadido el ordenador personal y el de la oficina. Las prostitutas, virtuales o callejeras, ya le conocen. Pero el resto del mundo, no. Está solo.

La llegada de su hermana cambia las cosas. Trastoca su rutina diaria y lo enfrenta directamente al problema. Invadida repentinamente su intimidad, alterados los hábitos, Brandon sufrirá las mismas reacciones de un drogadicto con síndrome de abstinencia. Malhumor, ansiedad y, sobre todo, mono. Una necesidad irrefrenable de calmar la angustia. Si el orgasmo es una descarga de liberación de lo más placentera, para él es un sólo trámite, una acción compulsiva que lejos de proporcionarle satisfacción lo mantiene oprimido.

Fassbender puede que haya sido muy valiente enseñando el pito sin rubores, no hay ninguna duda, pero donde ha demostrado una gran generosidad como actor es en su total entrega al personaje de Brandon. Aunque lo primero haya influido mucho más que lo segundo para que la Academia de Hollywood no lo incluyera en su lista de nominaciones a los Oscars, sólo hay que vivir en una sociedad abierta y sin rubores para darse cuenta de que su aportación es una de las más talentosas que ha visto el cine en los últimos años.

Lejos de la vulgaridad o del mal gusto, el filme escenifica con absoluta elegancia la decadencia de su protagonista. La sordidez se compensa con la belleza formal, con planos como el de Carey Mulligan cantando New York, New York ante una cámara fija o los destellos de un caótico trío final. Es precisamente en esa escena donde observamos la impotencia, en este caso psicológica, nada física, de una víctima de su propia tortura. Es en ese instante que Fassbender, con el rostro desencajado, alcanza el orgasmo interpretativo.

Lástima que el reclamo del sexo haya sido el detonante para conocer a Steve McQueen. Seguramente ha resultado más fácil vender la historia de un adicto al sexo que la de un prisionero del IRA en huelga de hambre, que es la agonía que nos relata el director en su ópera prima Hunger. Fassbender también se entregaba en cuerpo y alma a la causa, pero su esfuerzo todavía está pendiente de estreno y de reconocimiento en nuestro país. Al actor le conviene más de una reflexión. Al final, pesaron más los centímetros de su pene que los 20 quilos que adelgazó para encarnar a Bobby Sands.

Comentarios

Manderly ha dicho que…
Es una lástima que de esta película sólo se habla del sexo que se ve en pantalla y no de lo que realmente es importante: la adicción.
Es una buena película a la que el escándalo está quitando méritos tanto interpretativos como de buen cine.
Saludos.
Pol Morales ha dicho que…
Totalmente de acuerdo Manderly. La publicidad no siempre es beneficiosa, aunque en el caso de Shame ha servido para darse a conocer, cosa que no ha sucedido con su antecesora Hunger.
quest ha dicho que…
Estoy dividido. Hace días que leí por ahí otro post sobre esta peli que me gustó mucho. Mismo enfoque, resultado similar... empiezo a tener curiosidad por las alabanzas que se lleva este hombre. Y me refiero a las interpretativas. ;)
Pol Morales ha dicho que…
Un post con un enfoque similar? Cuando? Donde? Fassbender sin duda posee grandes cualidades interpretativas. Pocos son capaces de hacer este tipo de pelis y aparecer luego en x-men sin despeinarse ni perder crédito.

Entradas populares de este blog

Próximamente: 3 proyectos de lo más intrigantes

Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno

Lecciones de Mildred Pierce

Las miniseries de la HBO gozan de un destacable prestigio, casi tan importante como el de sus series, y sin embargo son unas grandes desconocidas para el público internacional. Hasta ahora. Porque desde Angels in America no veíamos tanta repercusión como la que ha tenido Mildred Pierce , una exquisita pieza de cinco episodios con un reclamo infalible: Kate Winslet . No en vano, la ganadora de un Oscar por El lector protagoniza todas y cada una de las escenas de una miniserie que, sin embargo, destaca por otros motivos además de la presencia de un valor tan seguro. Si hay algo que objetar acerca de Mildred Pierce es, sin duda, su descompensación. Los tres primeros capítulos son de cocción lenta, narrándonos los inicios de Mildred, una mujer hecha a sí misma, que se quedó prácticamente con lo puesto tras separarse de su marido y que termina levantando un imperio hostelero a base de pollo frito. Los dos últimos episodios, en cambio, saben a poco. Es cuando la narración se vuelve de gol

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p