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M:I:III, la envidia de Alias

Hasta el gorro del debate actual entre defensores y detractores de Tom Cruise, mi posición se reduce a una frase: “es idóneo para papeles de héroe”. Punto. De ahí que su interpretación en Misión Imposible III (o M:I:III para los de sigla fácil) me parezca más que correcta. Dejando a un lado sus histriónicas escenas de amor con la otrora sensual y angelical Katie Holmes, este actor de sonrisa blanco nuclear es perfecto para protagonizar esta saga, llamada a sustituir a la caduca 007.
Es mucho más interesante analizar la huella que ha dejado marcada su director en esta secuela. El imaginario de J.J. Abrams es palpable a lo largo de todo el filme, y más si uno ha tenido la oportunidad de seguir los seriales en los que este señor anda del todo metido. Perdidos es el más importante de ellos, sin embargo M:I:III bebe bastante más de otro de sus productos, éste de menor repercusión, al menos en nuestro país. Alias es la precursora a pequeña escala de esta película, en la que se encuentran muchas de las manías, preferencias y vicios que Abrams vierte constantemente en la serie de acción.
El más destacable de ellos es sin duda el flashback. Cuantos capítulos de Alias han empezado con este recurso tan eficaz para la acción… O qué razón de ser tendrían los personajes de Perdidos sin esos constantes retrocesos narrativos… Pues bien, M:I:III arranca con una poderosa y tensa escena inicial con la que J.J. Abrams consigue atrapar desde el primer segundo al espectador. Inmediatamente después aparece la famosa sintonía de la saga y la trama nos sitúa unos cuantos días antes. Es un recurso fácil pero del todo eficiente a la hora de generar expectación.
Esta tercera parte de Misión Imposible, se ha comentado mucho, también pretende humanizar un poco más al personaje de Ethan Hunt y mostrarnos sus sentimientos. En esto también se nota la mano de Abrams y la influencia de Alias, ya que en la serie es muy común la combinación de secuencias de acción con melodramáticas escenas de amor al más puro estilo Felicity (también es significativa la presencia de su protagonista Keri Russell en la película). La agente Bristow, como Hunt, también tiene dificultades para conciliar su vida laboral con la familiar y presenta parecidos traumas psicológicos.
Pero hay más similitudes. El asesor informático y tecnológico de la agencia británica es sospechosamente parecido al alocado Marshall de Alias. Las localizaciones de la película en diferentes partes del planeta son el comer de cada día de la teleserie. Sus personajes tan pronto están en París como en Honolulu. En ambas producciones el enemigo tiene en su poder un arma de calibre mundial y de ridículo nombre. En el filme se trata de la pata de conejo. En el caso de la serie, es imposible acordarme de cómo demonios se llamaban esos artilugios mortales creados por el tal Rambaldi. La sofisticada tecnología utilizada por los dos agentes es igualmente inverosímil en uno y otro caso.
Sólo logro apreciar una importante diferencia entre M:I:III y Alias. El presupuesto. Si Sydney Bristow pudiera opinar al respecto seguramente estaría rabiosa y celosa de su homólogo Ethan Hunt. Mientras ella corretea de un lado a otro del planeta sin salir de los decorados californianos, su semejante ha podido saltar de un rascacielos a otro en la mismísima Shangai. Con la película, J.J. Abrams ha conseguido realizar por fin ese producto trepidante y espectacular que con Alias sólo lograba acariciar. De bien seguro que con este juguetito ha disfrutado el director como un niño pequeño. Ahora tan sólo deberá esperar que la mano santa de Cruise vuelva a señalarlo de nuevo como el director de la cuarta entrega para poder impregnarla otra vez de sus filias y sus fobias.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola,
he dado por casualidad con éste tu blog. He leído alguna de las entradas, en especial de las referidas a televisión y tus opiniones me han parecido razonadas y respetuosas. Coincido casi punto por punto con la de "Siete Vidas", con una salvedad, nunca conseguí engancharme a ella pero le reconocía su valor. Me parece que eres demasiado condescendiente con "Génesis". Creo que no es más que una apuesta estética sin mayor valor. No hablo de la trampa en los guiones, qué se le va a hacer, sino de lo aburrida que resulta. Vi el primer capítulo haciendo un esfuerzo por no volver a un clásico como Hospital Central, al que volví ayer sin dudarlo ni un momento y sin sentirme decepcionado, es la serie que mejor cuenta las historias de todas las españolas, y se trata de eso, de contar historias.
Un saludo y volveré por tu blog.
Pol Morales ha dicho que…
Muchas gracias.
Tienes toda la razón. Yo abandoné 'Génesis' sin problemas después de ver el primer capítulo y me puse a ver 'Mujeres Desesperadas' en Fox. Incomparable.
1 saludo
PD. también puedes ponerte en contacto conmigo a través del mail

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