Todo está listo para la edición número 85 de los premios Oscar, probablemente una de las más reñidas de los últimos años. Al menos eso es lo que parecía cuando se anunciaron las nominaciones y una de las favoritas, Argo, perdía escalones en todas las quinielas al no contar con Ben Affleck como candidato a mejor director. Sin embargo, al pasar los días, la película que narra el secuestro y rescate de varios diplomáticos en la embajada estadounidense de Teherán se ha vuelto a situar en lo más alto de todas las apuestas, sobre todo después de salir vencedora de todos los premios gordos de la temporada.
Un año más, pongamos la lupa en una de las revistas que hace un mejor seguimiento de los Oscar, la Entertainment Weekly, que de nuevo realiza su particular quiniela con los porcentajes de posibilidades de cada candidatura. El año pasado acertaron cuatro de las seis categorías principales, si bien la contienda era mucho más sencilla de prever, con una victoria para The artist que se anticipó con meses de antelación. En esta edición, se prevé más complicado acertar los ganadores a mejor director, mejor actriz y mejor actor secundario, mientras los galardones para la mejor película, la mejor actriz secundaria y el mejor actor parece que ya cuentan con un claro favorito.
Mejor película
La ausencia de Ben Affleck en las nominaciones a mejor director no ha mermado las aspiraciones de Argo. Más bien al contrario, ya que desde entonces las voces (y los premios) en su favor no han parado de proliferar. La única película que podría hacerle sombra es Lincoln, que en principio partía como favorita acaparando el mayor número de candidaturas (doce en total). Mientras El lado bueno de las cosas y La vida de Pi se afianzan como serias contrincantes, sorprende que otros filmes a priori más oscarizables como La noche más oscura o Los miserables se encuentren tan rezagados en las quinielas, por detrás incluso de esa inexplicable incursión de Bestias del sur salvaje. Su hueco y el de la décima candidata deberían haberlo ocupado Las sesiones o Looper.
Mejor director
Es la categoría menos clara de esta edición: cuatro directores disputándose el puesto con prácticamente el mismo porcentaje de posibilidades. Descartados los grandes favoritos Ben Affleck (Argo), Kathryn Bigelow (La noche más oscura) y Tom Hooper (Los miserables), la mayoría parece inclinarse por Steven Spielberg, que vería así recompensada la derrota en el apartado de mejor película de su gran obra sobre Abraham Lincoln. Pero le pisan los talones demasiado cerca tres grandes realizadores: Ang Lee por su hazaña visual en La vida de Pi; David O. Russell por su cautivadora El lado bueno de las cosas y Michael Haneke por su obra más unánimemente reconocida. El experimento Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje) es un insulto para los tres descartados y para Quentin Tarantino, nuevamente ignorado en esta categoría.
Mejor actriz
Las apuestas se inclinan ligeramente hacia Jennifer Lawrence por su enorme trabajo en El lado bueno de las cosas pero desde luego esta es una de las categorías que se prevé más excitantes. Por un lado, Jessica Chastain lo borda en su comedido papel de agente de la CIA a la caza de Bin Laden, pero en los últimos días parece que ha crecido entre los académicos de Hollywood el cariño hacia Emmanuelle Riva, la musa de la nouvelle vague que enterneció a Haneke y a buena parte de sus seguidores. Para colmo, la nominada más longeva de la historia de los Oscar cumplirá 86 años este mismo domingo, una ocasión de oro para gratificarla con el mejor regalo de cumpleaños. Aunque algunos de los académicos que han hecho públicos sus votos han apostado por Naomi Watts, las posibilidades de la australiana por su papel en Lo imposible se reducen al 15%.
Mejor actor
Daniel Day-Lewis ha permanecido inamovible desde que en otoño se iniciara la batalla hacia los Oscar. De hecho, es la categoría que menos vaivenes ha experimentado durante todos estos meses de preparación, a pesar de que probablemente sea la más competitiva de todas, con actuaciones memorables. Ahí están Hugh Jackman, llevando todo el peso y la voz de una superproducción como Los miserables; Bradley Cooper, demostrando que su registro va mucho más allá de comedietas o Joaquin Phoenix, erigiéndose en lo mejor de una película como The master. Pero todo pinta a que este año Day-Lewis batirá récords: se convertirá en el primer actor con tres Oscar en esta categoría.
Mejor actriz secundaria
Si la victoria de Day-Lewis por su reencarnación en Lincoln se da por cantada desde hace meses, lo mismo lleva ocurriendo desde que la ya mítica escena de Anne Hathaway en Los miserables se dio a conocer, convirtiéndose en el punto más álgido del filme. Pero a la ex presentadora (por suerte) de los Oscar le surgió de repente una dura competencia, la de Sally Field cantándole las cuarenta a su marido en la cinta de Spielberg. Especialmente dolorosa ha sido la inclusión de Helen Hunt en un año tan competitivo. Regresó después de años de silencio de la forma más valiente y sin embargo no verá recompensada su hazaña. Si el domingo, contra todo pronóstico, saliera vencedora sería una sorpresa de lo más agradable.
Mejor actor secundario
Los cinco cuentan con un Oscar y los cinco presentan este año un trabajo ejemplar. Sorprende esa victoria por la mínima de Robert De Niro, cuando la mayoría de apuestas prevén un combate cuerpo a cuerpo entre Tommy Lee Jones y Philip Seymour Hoffman. También es aventurado descartar con un simple 10% a Christoph Waltz, cuando todavía permanece imborrable su impagable labor en Django desencadenado. La victoria de De Niro, sin embargo, no sería para llevarse las manos a la cabeza. Es enternecedora la relación que establece con su hijo en El lado bueno de las cosas. Su nominación, por cierto, es la primera que recibe el actor en más de veinte años.
Un año más, pongamos la lupa en una de las revistas que hace un mejor seguimiento de los Oscar, la Entertainment Weekly, que de nuevo realiza su particular quiniela con los porcentajes de posibilidades de cada candidatura. El año pasado acertaron cuatro de las seis categorías principales, si bien la contienda era mucho más sencilla de prever, con una victoria para The artist que se anticipó con meses de antelación. En esta edición, se prevé más complicado acertar los ganadores a mejor director, mejor actriz y mejor actor secundario, mientras los galardones para la mejor película, la mejor actriz secundaria y el mejor actor parece que ya cuentan con un claro favorito.
Mejor película
La ausencia de Ben Affleck en las nominaciones a mejor director no ha mermado las aspiraciones de Argo. Más bien al contrario, ya que desde entonces las voces (y los premios) en su favor no han parado de proliferar. La única película que podría hacerle sombra es Lincoln, que en principio partía como favorita acaparando el mayor número de candidaturas (doce en total). Mientras El lado bueno de las cosas y La vida de Pi se afianzan como serias contrincantes, sorprende que otros filmes a priori más oscarizables como La noche más oscura o Los miserables se encuentren tan rezagados en las quinielas, por detrás incluso de esa inexplicable incursión de Bestias del sur salvaje. Su hueco y el de la décima candidata deberían haberlo ocupado Las sesiones o Looper.
Mejor director
Es la categoría menos clara de esta edición: cuatro directores disputándose el puesto con prácticamente el mismo porcentaje de posibilidades. Descartados los grandes favoritos Ben Affleck (Argo), Kathryn Bigelow (La noche más oscura) y Tom Hooper (Los miserables), la mayoría parece inclinarse por Steven Spielberg, que vería así recompensada la derrota en el apartado de mejor película de su gran obra sobre Abraham Lincoln. Pero le pisan los talones demasiado cerca tres grandes realizadores: Ang Lee por su hazaña visual en La vida de Pi; David O. Russell por su cautivadora El lado bueno de las cosas y Michael Haneke por su obra más unánimemente reconocida. El experimento Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje) es un insulto para los tres descartados y para Quentin Tarantino, nuevamente ignorado en esta categoría.
Mejor actriz
Las apuestas se inclinan ligeramente hacia Jennifer Lawrence por su enorme trabajo en El lado bueno de las cosas pero desde luego esta es una de las categorías que se prevé más excitantes. Por un lado, Jessica Chastain lo borda en su comedido papel de agente de la CIA a la caza de Bin Laden, pero en los últimos días parece que ha crecido entre los académicos de Hollywood el cariño hacia Emmanuelle Riva, la musa de la nouvelle vague que enterneció a Haneke y a buena parte de sus seguidores. Para colmo, la nominada más longeva de la historia de los Oscar cumplirá 86 años este mismo domingo, una ocasión de oro para gratificarla con el mejor regalo de cumpleaños. Aunque algunos de los académicos que han hecho públicos sus votos han apostado por Naomi Watts, las posibilidades de la australiana por su papel en Lo imposible se reducen al 15%.
Mejor actor
Daniel Day-Lewis ha permanecido inamovible desde que en otoño se iniciara la batalla hacia los Oscar. De hecho, es la categoría que menos vaivenes ha experimentado durante todos estos meses de preparación, a pesar de que probablemente sea la más competitiva de todas, con actuaciones memorables. Ahí están Hugh Jackman, llevando todo el peso y la voz de una superproducción como Los miserables; Bradley Cooper, demostrando que su registro va mucho más allá de comedietas o Joaquin Phoenix, erigiéndose en lo mejor de una película como The master. Pero todo pinta a que este año Day-Lewis batirá récords: se convertirá en el primer actor con tres Oscar en esta categoría.
Mejor actriz secundaria
Si la victoria de Day-Lewis por su reencarnación en Lincoln se da por cantada desde hace meses, lo mismo lleva ocurriendo desde que la ya mítica escena de Anne Hathaway en Los miserables se dio a conocer, convirtiéndose en el punto más álgido del filme. Pero a la ex presentadora (por suerte) de los Oscar le surgió de repente una dura competencia, la de Sally Field cantándole las cuarenta a su marido en la cinta de Spielberg. Especialmente dolorosa ha sido la inclusión de Helen Hunt en un año tan competitivo. Regresó después de años de silencio de la forma más valiente y sin embargo no verá recompensada su hazaña. Si el domingo, contra todo pronóstico, saliera vencedora sería una sorpresa de lo más agradable.
Mejor actor secundario
Los cinco cuentan con un Oscar y los cinco presentan este año un trabajo ejemplar. Sorprende esa victoria por la mínima de Robert De Niro, cuando la mayoría de apuestas prevén un combate cuerpo a cuerpo entre Tommy Lee Jones y Philip Seymour Hoffman. También es aventurado descartar con un simple 10% a Christoph Waltz, cuando todavía permanece imborrable su impagable labor en Django desencadenado. La victoria de De Niro, sin embargo, no sería para llevarse las manos a la cabeza. Es enternecedora la relación que establece con su hijo en El lado bueno de las cosas. Su nominación, por cierto, es la primera que recibe el actor en más de veinte años.
Comentarios
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