Ir al contenido principal

Lost: acelerando a todo gas

Lost aprieta el turbo y nos conduce de forma vertiginosa a un desenlace que cada día está más cerca. El último capítulo emitido apenas desvela misterios, pero sí que nos depara emociones fuertes, desde momentos de infarto hasta situaciones inesperadas y lacrimógenas. De repente, tres de los personajes principales desparecen en apenas unos segundos, dos permanecen heridos de bala y todos son definitivamente conscientes de la situación en la que se encuentran. El Locke resucitado los necesita a todos muertos para obtener la libertad.
Los acontecimientos en la isla se aceleran mientras en los flashes alternativos regresamos a las historias individuales, salvo que en esta ocasión el protagonismo lo comparten casi a partes iguales Jack y Locke. En ambas líneas temporales, Jack se erige de nuevo, por fin y tras varios capítulos en stand by, en el héroe de la serie. En la realidad paralela, el médico se involucra de lleno y de forma un tanto insistente en la recuperación de Locke, mientras que en la isla toma de nuevo el control del grupo tras comprobar las verdaderas intenciones del enemigo de Jacob.
El flash alternativo apenas aporta novedades. Ya dejan de sorprender las apariciones estelares de personajes conocidos en otros roles, como la de Bernard como médico de Locke. Mientras, siguen sucediéndose los recuerdos del pasado escondido, esta vez en el calvo, que en sueños recita en voz alta dos de sus frases más míticas: “Pulsa el botón” y “Ojalá me hubieras creído”. La gran incógnita la encontramos en la raquítica herencia que ha recibido Claire de su padre: una caja de música. Los expertos ya han identificado el tema principal del artilugio, Catch a falling star, que al parecer es la canción que le cantaba de pequeña el señor Shephard. Tampoco hay que olvidar que, según la Lostpedia, una caja de música tuvo su protagonismo durante la primera temporada. Pertenecía a Rousseau y fue un regalo de su amante… Sin embargo, se confirma que no son iguales. ¡Menos mal!
Pero la chicha la encontramos en la realidad de la isla, donde ya parece un cachondeo las idas y venidas y los cambios de rumbo. Del islote principal pasamos a Hidra en velero, luego, una vez rescatados por el humo negro, nos vamos todos juntos al avión Ajira, pero de allí nos decantamos luego por el submarino porque está cargado de bombas. Demasiado movimiento para un solo capítulo. Si el ritmo fuera tan ágil en toda la serie, dificultades habrían tenido sus creadores para cubrir una única temporada.
Todos estos movimientos se revelan finalmente como una estrategia de Locke para terminar a la vez con todos los candidatos a suceder a Jacob. ¿Widmore y Locke coinciden en querer matarlos a todos o fue el calvo el que puso los explosivos en el avión para conducir a los supervivientes hacia el submarino? En todo caso, los protagonistas caen en la trampa y, una vez sumergidos, Jack capta el mensaje. Locke ha utilizado la misma jugada con la que consiguió librarse de Jacob: no puede matar directamente pero se las ingenia para que sean otros los que lo hagan. (Por cierto, ¿qué plan es ese de Sawyer pidiendo a Jack que tire al calvo al agua? ¿Menuda estratagema, no?).
Y es descubrirse el pastel de la bomba, que se suceden las tragedias. Tras la cabezonería de Sawyer por desactivarla, propiciando justo lo contrario, Sayid decide sacrificarse por el bien de todos, no sin antes confirmarnos que Desmond sigue vivo y señalando a Jack como el candidato. Pero el gran drama no es la muerte del iraquí, al que ya dábamos por perdido, sino la auténtica tragedia de dos de los personajes más emblemáticos de la serie. En un gesto de puro romanticismo, aunque un tanto egoísta (¿qué pasa con la niña, eh?), Jin decide sacrificar su vida para no abandonar nunca más a su amada Sun. Y además, de forma totalmente incongruente, se despiden en inglés y no en coreano. Por otro lado, algunos foros dan por muerto a Lappidus, pero se confirma, lostzilla mediante, que los guionistas no le tenían preparado un final tan chapucero al piloto.
A todo esto, Kate está herida de bala, alimentando todavía más las quinielas que pronostican su muerte, mientras Claire ha visto cómo definitivamente sus compañeros la han dejado de lado. Y eso con un Locke ansioso de venganza no puede ser nada bueno. Demasiada tela para cortar en tan sólo cuatro capítulos que nos quedan. Y más cuando el siguiente, Across the sea, se ocupará de darnos respuestas sobre dos de los personajes más importantes y enigmáticos de las dos últimas temporadas: Jacob y el Hombre de negro. Prometedor.

Comentarios

Izengabe ha dicho que…
¿Sabremos por fin el nombre del Humo Negro?

Lappidus estará muerto? supongo que tendrá que seguir por ahí para hacer que va a pilotar el avión, no? aunque como esto es tan chapucero igual vemos a Jack como piloto... ¬¬

Ya me han adelantado que en el capítulo 15 surgen más dudas... y que no es tan bueno... esperaré a verlo hoy mismo con mis propios ojos :p
Pol Morales ha dicho que…
yo creo que será un poco como el de Richard, que a mi me encantó pero que lo mismo no aporta tanto... Parece que se remonta a la época romana!

Y por lo que he visto de refilón, todavía no nos dicen cómo se llama el hombre de negro, que ya estoy harto de llamarlo "el enemigo de Jacob"!!
Izengabe ha dicho que…
ya, a ver si le ponen nombre pq es un rollo andar así... cuesta mucho escribir sus 'motes', son muy largos... xD

a mi el de Richard no me gustó mucho, espero que sea mejor...

Entradas populares de este blog

Próximamente: 3 proyectos de lo más intrigantes

Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno

Lecciones de Mildred Pierce

Las miniseries de la HBO gozan de un destacable prestigio, casi tan importante como el de sus series, y sin embargo son unas grandes desconocidas para el público internacional. Hasta ahora. Porque desde Angels in America no veíamos tanta repercusión como la que ha tenido Mildred Pierce , una exquisita pieza de cinco episodios con un reclamo infalible: Kate Winslet . No en vano, la ganadora de un Oscar por El lector protagoniza todas y cada una de las escenas de una miniserie que, sin embargo, destaca por otros motivos además de la presencia de un valor tan seguro. Si hay algo que objetar acerca de Mildred Pierce es, sin duda, su descompensación. Los tres primeros capítulos son de cocción lenta, narrándonos los inicios de Mildred, una mujer hecha a sí misma, que se quedó prácticamente con lo puesto tras separarse de su marido y que termina levantando un imperio hostelero a base de pollo frito. Los dos últimos episodios, en cambio, saben a poco. Es cuando la narración se vuelve de gol

Ratatouille: el regreso de Pixar a la alta cocina

Resulta que la ratatouille (que todos sabemos pronunciar como ratatúi) es una especialidad culinaria de la Provenza francesa que consiste en freír una serie de verduras en aceite de oliva. Que sea una producción norteamericana, aprovechando la polisemia de sus cuatro primeras letras con el mamífero roedor, la que me descubra el significado del término ya es un hecho curioso. Pero que además, una película de dibujos animados, tan frecuentemente infravaloradas, contenga tal nivel de documentación sobre el mundo culinario refleja el nivel de ingenio de sus creadores. Temimos con la inauguración del matrimonio entre Pixar y Disney un descenso de la creatividad a la que nos tenían acostumbrados los chicos de John Lasseter. Cars , el primer fruto de la unión, se acercaba peligrosamente a la moralina del gigante de la fantasía y se alejaba de la frescura y el ingenio de los creadores de Toy Story . Con Ratatouille , por suerte, avanzamos unos pasos más hacia delante respecto a la última cre