Ir al contenido principal

ESPECIAL ZINEMALDIA 2015 - Mi gran noche

Álex de la Iglesia ya es sinónimo de desfase. Y una vez asimilado eso, que para algunos será un handicap y para otros un privilegio, resulta mucho más relajado enfrentarse a sus películas, siempre corales, siempre histriónicas, siempre pasadas de rosca. Llevamos ya suficientes películas siguiendo ese patrón como para exigirle lo contrario. Pedirle encima un ejercicio de contención en una trama que nos muestra la producción entre bambalinas de un programa de variedades de Nochevieja es todo un sinsentido.

El director bilbaíno aprovecha todo el tirón de una gala navideña, de las luchas de poder en el mundo del espectáculo, para brindarnos un continuo de situaciones absurdas y surrealistas. Sin descanso ni tregua. En demasiados momentos, sin mesura. De ahí que Mi gran noche no suponga una comedia redonda, como casi nunca lo son las de la factoría De la Iglesia. Llega un momento en que el descontrol toma las riendas y todo el despliegue de gran producción y gran elenco se va al garete. Pero tenemos asumido que el realizador comparte la mentalidad de nuestras abuelas: más vale que sobre que no que falte.

Por eso, el desfile de grandes estrellas que se prestan a sus locuras resulta finalmente de lo más satisfactorio. Sólo por ver a Mario Casas encarnando a la versión cañí de Chayanne o a Blanca Suárez reconvertida en una especie de ninfómana gafe ya merece la pena el visionado. Y es que Álex de la Iglesia sí consigue sacar el lado gamberro de nuestros actores, hazaña en la que fracasó estrepitosamente Almodóvar y sus amantes pasajeros. Otro gran aliciente es convertir a Raphael en el malo malísimo de la historia, tal como hiciera Santiago Segura con José Luis Moreno, jugando a la ambigüedad que desprenden en la vida real persona y personaje (fantástico ese “No conozco a ningún Julio Iglesias”). Pero el auténtico descubrimiento de Mi gran noche está en el robaescenas de la película, el que eclipsa al mismísimo divo de la canción en el escenario. Jaime Ordóñez y su psicópata fan son el gran reclamo de la cinta, el motivo por el que este otro desfase de De la iglesia se convierte a su vez en una grata sorpresa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El embolado de Julianne Moore

¿Cómo es posible que una película protagonizada por Julianne Moore y Samuel L. Jackson se estrene en tan sólo tres salas de Barcelona? Era la pregunta que rondaba por mi cabeza momentos antes de entrar en uno de esos tres cines en los que proyectaban El color del crimen . Dos horas más tarde, al atravesar la salida de emergencia, entendí perfectamente el motivo. La película es un bodrio. Capítulos de Sin rastro desarrollan mucho mejor en 45 minutos lo que este filme alarga a 120, la misteriosa desaparición de un niño blanco cerca de un gueto habitado por negros en New Jersey. Desde el momento en que la policía decide acordonar toda la colonia para encontrar al secuestrador, estalla un conflicto racial con dramáticas consecuencias. La película muestra, a su manera, algunos de los males que azotan Estados Unidos. Como es evidente, uno de ellos el racismo y las desigualdades sociales, pero también algunos otros que producen igual repugnancia, como es por ejemplo esa tendencia al asociac...

¿En qué se parece 'El orfanato' a 'Los otros'?

El último grito en críticas deconstructivas consiste en comparar El orfanato con Los otros con la única argumentación de que ambas películas se desarrollan en un siniestro caserío poblado de fantasmas. Si a ello le sumamos las supuestas similitudes interpretativas entre Belén Rueda y Nicole Kidman ya tenemos la mejor forma de dejar por tierra un filme sin ningún tipo de razonamiento lógico. Cabe recordar que lo mismo le sucedió a Amenábar cuando todos se empeñaron en calificar de copia de El sexto sentido a su penúltima obra, al menos en lo que a final rocambolesco se refiere. Las influencias son evidentes y las comparaciones, odiosas, porque, puestos a comparar, casi prefiero quedarme con la ópera prima de Bayona que con Los otros , quizá porque la moda del terror psicológico terminó por aburrirme. El orfanato , en cambio, es el miedo en estado puro . El cine de terror clásico. Estamos de acuerdo en que no hay nada mejor que sugerir antes que evidenciar en imágenes, pero el pavor ...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...