Ir al contenido principal

I'm still Bond, James Bond

Gato por liebre es lo que nos han vendido los de la Sony con el último James Bond. Nuevo actor, Daniel Craig, precedido por meses y meses de virtuales polémicas. Nuevos aires, con la participación de uno de los más ilustres guionistas que ha desembarcado en Hollywood en los últimos años, Paul Haggis. Nuevo director y nuevo enfoque, recurriendo a la primera novela original que Ian Fleming escribió en 1953 sobre el famoso espía británico. Bien, pues todo esto no es más que un orquestado entramado de propaganda para esconder la realidad. Casino Royale es más de lo mismo.
Es evidente que, por comparación con las ridiculeces en que se habían convertido las últimas películas de la saga, ésta tenía que poner necesariamente el listón más alto. Faltaría más. Solo alguien con voluntad de matar a James Bond podría idear una vuelta de tuerca mayor a la que fue Muere otro día y superar tal cantidad de idioteces. Es evidente que hacía falta un cambio y, sin embargo, lo que para algunos ha supuesto un auténtico reseteado de la saga, para mí se asemeja más a una pequeña limpieza de cara que no logra esconder las evidentes imperfecciones de un producto viejo y caduco.
Daniel Craig es, sin duda, mejor que Pierce Brosnan, lo cual no tiene ningún mérito si partimos de la base que el actor irlandés es de lo peorcito que tiene el cine actual. Prueba de ello son las mediocres películas en las que ha participado y que probablemente lo sean solo por su simple aparición en el cartel. Brosnan simplemente no debió abandonar jamás a Remington Steele. Así pues, la sustitución del cartón piedra de Pierce por la piedra esculpida que Craig tiene por cuerpo supone ya un importante avance. Correcto en su papel de bruto y elegante pillastre, no se ha visto acompañado, en cambio, de un plantel de tan bellas damas como las que salvaban de la quema a los productos anteriores. Eva Green no es Halle Berry, y eso es algo de lo que eran conscientes los productores cuando han decidido cambiar la espectacular salida en bikini de esta última por el ajustado bañador boxer de Craig. Algo falla cuando es Bond quien tiene que asumir el papel de chica Bond.
Las situaciones de auténtico surrealismo en las que últimamente se veía inmerso Bond parecía que iban a pasar a mejor vida con la rúbrica de Paul Haggis. Los guiones de Million Dollar Baby y Crash avalan a este canadiense como notable narrador de historias. Sin embargo, su aportación a ‘Casino Royale’ solo se puede explicar como meramente testimonial desde el momento en que la película cae en los mismos vicios que todas sus anteriores. Y no me extraña. Los otros dos firmantes del guión, Neal Purvis y Robert Wade, son los responsables directos de Muere otro día y El mañana nunca muere, con lo cual sospechamos que a Haggis le han pagado una gran fortuna para incluir su nombre en un producto que le es totalmente ajeno.
Tampoco ha servido de nada echar mano de la primera novela homónima de Ian Fleming para, según nos vendieron, volver a las raíces del espía británico. Fleming seguro que sigue retorciéndose en la tumba viendo en qué ha desembocado su obra y maldiciendo el día que vendió los derechos a la industria cinematográfica, que todo lo tritura. Martin Campbell, por su parte, director de prodigios como La leyenda del Zorro o Límite vertical, vuelve a dejar rastro, imperceptible claro, en esta última entrega de James Bond. Casino Royale es pues otra fantasmada más dentro de una saga que sigue empeñada en hacer de lo inverosímil virtud. Las persecuciones que nunca terminan, los atentados a la ley de la gravedad y los alardes tecnológicos fuera de contexto, como el lamentable derribo de un palacio veneciano del que nos hacen partícipes los creadores del invento, constituyen una fórmula agotada y agotadora que encumbra a categoría de obra maestra propuestas más respetuosas con el espectador como El caso Bourne.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ya sabes mi opinión, no me gusta nada esta saga ni creo q sea un icono occidental, Bond debería desaparecer.

Lo peor de todo es q los Bonds acaban prematuramente con las carreras de las actrices q ven una oportunidad de hacerse famosas rápidamente eb estas películas bazofias, lo siento por Eva Green q está buenísima y me gustó en The Dreamers.

befour
Anónimo ha dicho que…
Bon giorno,
oye, qué mala y qué aburrida y qué infantil todo y que... lavado de cara... en fin. Intentan una propuesta más realista, pero siguen cayendo en esos vicios. Acertado tu comentario sobre Bourne y lo que ha supuesto como renovación del cine de espías, ya podría aprender Campbell de Doug Liman o Paul Greengrass. Por cierto, que Campbell no es nuevo en la saga, fue el (ir)responsable de, again, "renovar" el primer Bond con Brosnan, Goldeneye. Y de Haggis... no entiendo ese afán por ese producto de laboratorio, de "Manual para ganar un Óscar" que era Crash. Respecto a Campbell...¿¿¿¿¿te gustó "El Zorro"???? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿Y "Límite Vertical"?????????? Ay Dios...
Me gustaría profundizar más en esta película y ponerla a caldo,nene,pero ¡AY! que no tengo tiempo ahora.
Un abrazo
Pol Morales ha dicho que…
Hipno, pensaba que me tenías más consideración! Cómo demonios puede gustarle a alguien la secuela de El Zorro y Límite vertical??? Era una ironía, que para otras ocasiones ya me encargaré de recalcar más... jeje
En fin, habrá que ver lo que hace Haggis con 'Banderas de nuestros padres', que, de entrada, tiene muy buena pinta. 'Million dollar baby' convendrás conmigo que es excelente, o no?
Seguiremos hablando...
Anónimo ha dicho que…
Eeeeeeeepa, sí, Million Dollar Baby me gustó. Lo que pasa es que Crash me parece terrible, artificial... como cuando un actor se empeña en "afearse" o hacer de retrasado en alguna película horrible solamente para tener un Óscar (Charlize Theron-Monster, Sean Penn-I am Sam...). Esperemos que Eastwood le haya atado corto para Flags of our fathers...
En cuanto a la ironía, no la pillé tronco. Iba con mil prisas y me apetecía saber qué opinabas del nuevo Bond. No es que yo sea fan del personaje... pero de niño me entretuve bastante con las antiguas (mi padre era un gran fan de Sean Connery).
En fin, que este Bond sólo me convence en los detalles. Como la primera conversación con Eva Green en el tren, el ataque cardíaco... Por lo demás, creo que la película empieza muy alto: esa persecución estilo Parkour hasta la embajada, la brutalidad de Bond... y se deshincha paulatinamente hasta ese clímax en Venecia con edificio hundiéndose, nada espectacular, nada emocionante. No soportaba la idea de ver a Bond jugando al póker durante todo el segundo acto.Me repateaba verle sentado sin líneas de diálogo irónicas, bebiendo martini sin parar... sin vida.Craig es como un tiburón,pero un tiburón malote,sin gracia.Excepto por algunos detalles como esa primera conversación con Green o la bordería al camarero ante la pregunta: "El martini agitado o removido?" "Tengo cara de que me importe?"
Hombre, no esperaba la destrucción de la guarida de plexiglás del malo de turno.Pero necesitaba un malo con un plan maestro, no es eso Bond?No un malo-estafador... Ni siquiera Bond mata a Le Chiffre, le mata Mr White... pero quién coño es ese??? Mira, que la película se quede sin argumento tras la muerte de Le Chiffre me mata (para qué sangra por el ojo? Para darnos miedo?) y entonces esperas que acabe ya, por Dios... y no lo hace y te preguntas qué estás viendo... cuando llega el clímax final, estás tan aburrido de verles acaramelados que te importa un huevo que se hunda la casa... Decepcionante.
Has visto la primera película de la novela?Hay varios actores para el papel de Bond, deliciosa.Un delirante despilfarro de dinero y estrellas(Orson Welles, Peter Sellers, William Holden, Woody Allen,Ursula Andress,David Niven,Charles Boyer,John Huston...)Increíble... por lo menos es mucho más divertida que esta
Un saludo!
Anónimo ha dicho que…
Si bueno, ahora todos los listillos hacen cine y videoclips con escenas "parkour" (Madonna tb), otro motivo más para no ver Casino Royale, mejor los videos/documentales de parkour real callejero.

befour

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...