Ir al contenido principal

Primos lejanos

De la misma manera que en 2011 me sentí extraterrestre en la platea del cine por no encontrarle una puñetera gracia a Primos, la tercera película de Daniel Sánchez Arévalo, hoy tengo que reconocer que por fin he logrado sumarme a la risa generalizada con La gran familia española. Me siento mucho mejor. O bien mi sentido del humor ha mejorado con los años o bien el director de Azuloscurocasinegro ha logrado reencontrarse por fin con el ingenio perdido. Excelentes noticias en cualquier caso.

Película amable, simpática, divertida. Es lo máximo que llegaremos a decir después de ver La gran familia española, pero sin duda no es poco si nos atenemos al meteórico declive que sufrió la carrera de Sánchez Arévalo en tan sólo tres filmes. El cartel, el facilón contexto del Mundial de fútbol como gancho, los avances, e incluso el propio título de esta cuarta propuesta nos hacían presagiar un descenso definitivo a los infiernos del que difícilmente se podría escabullir. El director parecía encaminado a convertirse en el suplente perfecto para la saga Torrente.

Por suerte, los cantos de sirena de la recaudación en taquilla no han impedido que el madrileño nos presente una comedia decente, que no insulta a la inteligencia del espectador, de las mejores que ha proporcionado el cine español en los últimos años. Es amable, simpática, divertida y, sobre todo, coherente. No funciona a golpe de gag sino a base de personajes bien construidos, típicamente costumbristas pero fácilmente identificables, sin llegar a rozar niveles caricaturescos.

Gran parte del mérito recae en el reparto. Aunque las caras son prácticamente las mismas que en Primos, las relaciones entre ellos no desprenden ese deje amiguete que tanto chirriaba en la anterior película. Con un Antonio de la Torre mucho más comedido (yo diría que hasta molesto), La gran familia española brinda la oportunidad de lucimiento a jóvenes actores que han sabido recoger el guante con sorprendente talento. Y es que ante pesos pesados y estrellas emergentes como Héctor Colomé, Verónica Echegui o Quim Gutiérrez, el trío benjamín que protagoniza esta gran boda a la española no es amilana en ningún momento.

Se llaman Patrick Criado, Arantxa Martí y Sandra Martín y con los veinte años todavía por cumplir ya merecen su puesto de honor en el próximo Relevo de la revista Fotogramas. Porque si normalmente los papeles de adolescente suelen chirriar casi tanto como los de un niño pequeño, esta vez su contribución es indispensable. Le aportan a La gran familia española ese toque de inocencia, frescura y humor que la convierte en una película para todos los públicos, con todos los prejuicios y toda la dificultad que eso conlleva.

Arévalo, por tanto, se aleja de la senda suicida hacia el humor más garbancero para recuperar un tono sentimental que, aunque a veces acaricia lo cursi, en general despierta el lado más sensible de cualquier mortal. Lo hace con valentía (algunas escenas están rodadas de forma nada convencional), con toques de humor desternillantes (donde esté la prima que se aparten los primos) y con alegría (el número musical de la boda dibuja sonrisas). El cóctel perfecto para enseñar a Hollywood y a todo el mundo. Porque a diferencia de Ana Botella y sus olimpiadas, La gran familia española is fun.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El embolado de Julianne Moore

¿Cómo es posible que una película protagonizada por Julianne Moore y Samuel L. Jackson se estrene en tan sólo tres salas de Barcelona? Era la pregunta que rondaba por mi cabeza momentos antes de entrar en uno de esos tres cines en los que proyectaban El color del crimen . Dos horas más tarde, al atravesar la salida de emergencia, entendí perfectamente el motivo. La película es un bodrio. Capítulos de Sin rastro desarrollan mucho mejor en 45 minutos lo que este filme alarga a 120, la misteriosa desaparición de un niño blanco cerca de un gueto habitado por negros en New Jersey. Desde el momento en que la policía decide acordonar toda la colonia para encontrar al secuestrador, estalla un conflicto racial con dramáticas consecuencias. La película muestra, a su manera, algunos de los males que azotan Estados Unidos. Como es evidente, uno de ellos el racismo y las desigualdades sociales, pero también algunos otros que producen igual repugnancia, como es por ejemplo esa tendencia al asociac...

¿En qué se parece 'El orfanato' a 'Los otros'?

El último grito en críticas deconstructivas consiste en comparar El orfanato con Los otros con la única argumentación de que ambas películas se desarrollan en un siniestro caserío poblado de fantasmas. Si a ello le sumamos las supuestas similitudes interpretativas entre Belén Rueda y Nicole Kidman ya tenemos la mejor forma de dejar por tierra un filme sin ningún tipo de razonamiento lógico. Cabe recordar que lo mismo le sucedió a Amenábar cuando todos se empeñaron en calificar de copia de El sexto sentido a su penúltima obra, al menos en lo que a final rocambolesco se refiere. Las influencias son evidentes y las comparaciones, odiosas, porque, puestos a comparar, casi prefiero quedarme con la ópera prima de Bayona que con Los otros , quizá porque la moda del terror psicológico terminó por aburrirme. El orfanato , en cambio, es el miedo en estado puro . El cine de terror clásico. Estamos de acuerdo en que no hay nada mejor que sugerir antes que evidenciar en imágenes, pero el pavor ...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...