Ir al contenido principal

Del papel a la pantalla: ‘Silencio’, por Martin Scorsese

Ha estado de actualidad estos días con el esperado tráiler de su nueva película, The wolf of Wall Street. Pero es que desconocemos todavía la fecha de estreno de esta cinta con la que Leonardo di Caprio busca su enésima oportunidad para el Oscar y ya sabemos el siguiente proyecto en el que se ha embarcado Martin Scorsese. Una aventura que lleva gestando desde hace más de 20 años y que, atención, esta vez no contará con su muso en Infiltrados o Shutter island como protagonista.

Uno de los directores que mejor ha retratado las bandas criminales en el cine (incluso los brokers de su nueva propuesta parecen la nueva mafia neoyorquina) cambia totalmente de registro para adaptar Silencio, una novela escrita por el japonés Shusaku Endo que no ocupa precisamente las mejores estanterías en las librerías de nuestro país pero que sin embargo cuenta con un enorme prestigio, no sólo en su lugar de origen sino también a nivel internacional.

Publicado en 1966 y galardonado con un Tanizaki, uno de los premios literarios más importantes de Japón, la sinopsis del libro no es de las que invita a su lectura voraz. La historia se centra en los fracasados intentos de la iglesia occidental por evangelizar Japón en pleno siglo XVII. Tampoco ayuda la barroca encuadernación a cargo de la editorial Edhasa, que debería empezar ya a sacarle partido a la futura adaptación cinematográfica, comenzando quizá con un diseño de portada más sugerente.

Superadas las reticencias iniciales, Silencio consigue desde el primer momento quitarse de encima el lastre de libro histórico tostón. Lo consigue gracias a la figura del padre Rodrigues, un jesuita portugués que viaja a Japón tras los rumores de que su mentor, el padre Ferreira, ha apostatado ante los nipones después de las más despiadadas torturas. El cristianismo era visto por aquel entonces como una amenaza en el país asiático y sus seguidores debían practicarlo en la clandestinidad si no querían enfrentarse a un destino peor que la muerte.

Con la amenaza de ser descubiertos sobrevolando buena parte de la primera mitad del libro, la travesía de Rodrigues y su compañero Francisco Garrpe en Japón se convierte en un angustioso thriller narrado en primera persona por el portugués. La persecución y las torturas a las que eran sometidos los pocos japoneses que se atrevían a abrazar el cristianismo serán material de primera para las manos expertas de Scorsese.

Pero el terror al que se enfrenta el protagonista es menos físico que psicológico. Las atrocidades de las que será testigo pondrán a prueba su fe hasta los límites más extremos. El libro no escatima en trascendentales diálogos entre el jesuita y uno de los líderes japoneses sobre la figura y la utilidad de dios. Una figura que el padre Rodrigues se cuestionará más que nunca en su complicada andadura. Será interesante comprobar cómo el director neoyorquino trasladará a la pantalla esta guerra interior.

Por el momento, la película, que comenzará a rodarse en junio del año que viene, ya cuenta con un actor protagonista, Andrew Garfield. Podría parecer una elección desafortunada, sobre todo si la comparamos con otros nombres que se barajaron para el papel del padre Rodrigues, como Daniel Day-Lewis o Benicio del Toro, pero más que la presencia de un peso pesado con tendencia a la grandilocuencia, la cinta necesita una interpretación más comedida, con más matices, capaz de evolucionar de la inocencia, de la fe ciega, a la dureza, pasando por la resignación. Porque si algo deja el desenlace de esta novela es una sensación de descorazonamiento. Veremos si el nuevo Spiderman es capaz de exteriorizarla.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Próximamente: 3 proyectos de lo más intrigantes

Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno

Haciendo aguas con el Poseidón

Sirva de advertencia que me encanta el cine de catástrofes. No he visto El coloso en llamas , la primera que viene a la mente cuando mencionamos el género, pero Terremoto o Aeropuerto o las más recientes Pánico en el túnel o Un pueblo llamado Dante’s Peak se encuentran bien ancladas en mi memoria. Me da igual si se trata de incendios, erupciones volcánicas, terremotos, tormentas, inundaciones, hundimientos o una thermomix de todas ellas. Me da igual que este tipo de filmes sean de dudosa calidad cinematográfica. Las catástrofes en la pantalla me gustan (¿debería hacérmelo mirar?). Y probablemente eso no juega en mi favor a la hora de analizar una película como Poseidón . Sin embargo, gracias a la experiencia acumulada con los años y tras múltiples visionados de auténticas tragedias colectivas, uno acaba adquiriendo cierto criterio para diferenciar las grandes producciones de sus fotocopias de bajo presupuesto. Y puedo asegurar que Poseidón , auténtica apología del cartón piedra, pe

Dos maduritas cachondas

Es el pretexto ideal para una película porno. Un joven cachas se cepilla a la madre de su mejor amigo una noche de borrachera . Al descubrirlo, el otro se dirige sin miramientos a la casa de al lado y hace lo propio con su mamá, conformando un cuadrilátero de infinitas posibilidades que es una lástima que esta película australiano-francesa no llegue a explorar. Porque la cinta, señores, se toma en serio la premisa y en vez de extender el delirio con tríos, incestos y escenas gay-lésbicas busca convertir en drama un argumento de risa. Lejos de derivar esta absurda historia de amores cruzados en una tragedia griega, Dos madres perfectas encima se recrea con cierta sorna en los momentos más bochornosos . “¿Cómo te sientes?” le pregunta Naomi Watts, una de las madres a su mejor amiga cuando ambas descubren su particular intercambio de hijos. “Muy bien, mejor que nunca”, le responde sin apenas pestañear Robin Wright para a continuación ofrecernos un plano de ambas con cara de satisfa