Ir al contenido principal

La amas, la odias o te obligas a amarla


Primera advertencia: mucho cuidado con las limusinas. Ya no son solamente una declaración de mal gusto, una interpretación mal entendida del lujo y el glamour. Ahora también son el nuevo refugio cinematográfico para iluminados, la metáfora perfecta para disertaciones y atrevimientos de toda índole. Dos propuestas tan distintas pero tan etéreas como Cosmópolis y Holy motors han tenido la extraña coincidencia de verter sus elucubraciones desde el interior de una limusina. Así que en cuanto vea aparecer uno de esos aberrantes vehículos en pantalla, medite profundamente sobre el tipo de espectador que quiere ser. 

¿Se planta usted en la butaca del cine como si acudiera a una exposición de la Tate Modern? Disfrutará sin duda con esta pieza de arte surrealista, con una provocadora puesta en escena repleta de múltiples lecturas. ¿Sufre la ansiedad de la última moda, el síndrome de las gafas de pasta? Deberá ingeniárselas entonces para disimular su congoja y salir de la sala sin titubear, plenamente convencido de hallarse ante una de las obras maestras del año. O de la historia, en función de su dosis de euforia. ¿Es usted en cambio un espectador honesto, sin demasiadas pretensiones? Entonces salga huyendo del cine. Se ahorrará un enorme cabreo.

Yo cometí el error de darle una oportunidad a Holy motors. Fue la última ganadora del Festival de Sitges. Las críticas eran abrumadoras. Cinemanía y Fotogramas coincidían en otorgarle las cinco estrellas. Todo parecía indicar que nos encontrábamos ante una de las películas del año. Pero cual fue mi sorpresa cuando a los pocos minutos de metraje se convirtió, no ya en la gran decepción de los últimos doce meses sino en una de los grandes varapalos que me ha dado la historia del cine.

El bofetón no me lo propinó la película. Un vistazo al tráiler ya vaticinaba que no era un filme apto para todos los públicos. Fue la vorágine zalamera del público la que me sulfuró el ánimo. ¿De verdad Holy motors gusta tanto a tanta gente? ¿O se ha convertido en uno de esos fenómenos inexplicables que nadie, excepto Carlos Boyero, se atreve a cuestionar? Entiendo que no todas las cintas deben tener explicación, que no debe proporcionarse todo mascado al espectador, pero dudo mucho que una propuesta tan pretendidamente transgresora como la de Leos Carax provoque algún sentimiento más profundo que el estupor.

Que me confiese uno de sus defensores si en algún momento Holy motors le ha llegado a emocionar, porque en mi mentalidad cerrada lo único que he sido capaz de percibir es una sucesión de escenas delirantes. Que me argumenten si acaso la película les ha inducido a la reflexión, porque lo del homenaje y la crítica al cine está muy bien como declaración de intenciones pero la ejecución no conduce a pensar que esta cinta sea precisamente el ejemplo a seguir

Podremos extraer cualquiera de las interpretaciones de la película. La frialdad de los efectos especiales, la idolatría de la belleza, la superficialidad de algunos géneros cinematográficos, el desasosiego del oficio de actor. Todas tan válidas como sesudas. Pero es difícil que salgamos del cine con una idea clara del objetivo de Holy motors. A veces el arte va en busca de la belleza y otras veces se disfraza de arte lo que únicamente persigue el escándalo.

Comentarios

quest ha dicho que…
Bravo.

Un post buenísimo.

Nada pretencioso, se agradece la sinceridad. Habrá mil críticas en el otro sentido.

BRAVO.



Pol Morales ha dicho que…
Thanksgiving! jejeje

Por eso tengo 2 de 7 puntos positivos en Filmaffinity... Les condenaba yo a verla cinco veces seguidas!

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...