La última temporada televisiva, la que comienza en otoño y termina en verano, ha estado cargada de grandes momentos, entre los cuales se encuentran los finales definitivos de series como Mujeres desesperadas o House (todavía pendiente de ver) y los estrenos de nuevas producciones como Homeland, la revelación de este año, o Smash. En todo caso, pasado el tiempo y los capítulos, hay un puñado de escenas que permanecen grabadas en mi retina, los que para mí han sido los diez momentos memorables de la pasada temporada televisiva. Ojito, que la mayoría viene con spoiler.
En el capítulo The weekend se produce un antes y un después determinante. En pleno fin de semana romántico con el sargento Brody, a la agente Carrie se le escapa su marca de té preferida, detalle que sólo podía saber tras varios días de espionaje. Al soldado enseguida se le disparan las alarmas y ella termina confesándole sus sospechas. Hay otros grandes momentos en Homeland, probablemente más emocionantes, como la escena en el bunker o la revelación de Carrie en plena sesión de electroshock, pero ese instante de tensión y de sorpresa repentina en la cabaña del bosque no nos lo quita nadie.
Más acostumbrados al máximo suspense, The good wife nos regala una escena en el final de su tercera temporada de lo más ingeniosa y cachonda. Will Gardner entra repentinamente en el ascensor del bufete, que está ocupado nada más y nada menos que por Peter Florrick. No hay escapatoria. En ese espacio de reducidas dimensiones se ven obligados a dialogar. Al llegar a planta, se abren las puertas y aparece Alicia, plantada ante sus dos examantes. Lejos de la tensión, se lo toman con bastante naturalidad. Inmediatamente se suman al trío Cary y Eli para terminar de enmarcar el cuadro con la llegada de Kalinda y el bebé de la insoportable abogada Patti. Brillante.
El final de otra de las míticas series que nos han dejado este año parece que ha convencido a todos sus seguidores, algo ya de por sí meritorio. El caso es que el adiós de la señora McCluskey encadenado con la última jugada de póker de las desesperadas, el ‘flash forward’ con sus vidas separadas y el homenaje a los caídos en Wisteria Lane resultan en conjunto un espléndido punto y final a la que sin duda ya es una de las mejores comedias que ha parido la televisión en toda su historia.
Y de repente, el personaje estrella de Anatomía de Grey se ve envuelto de nuevo en otra intervención peliaguda. Después de haber salvado la vida de Derek dos temporadas atrás y de haber superado el trauma del tiroteo, Cristina Yang se ve, sin quererlo y sin saberlo, operando al marido de su mentora, una Teddy que también permanece ajena al fatal destino de su esposo. La muerte de Henry afectará a la relación con su jefa y marcará el inicio de la crisis con Owen. No hay que olvidar que, mientras tanto, Meredith y Alex se encuentran en la cuneta de una carretera tras el accidente en ambulancia. Uno de esos capítulos adrenalínicos que reconcilian a uno con la serie.
Aunque es evidente que el piloto y la ‘season finale’ son los dos mejores capítulos de esta irregular pero adictiva Smash, la escena que mejor refleja el que debiera ser el espíritu de la serie se produce en el segundo episodio, con este ensayo de una de las canciones del musical sobre Marilyn que interpreta Karen. Son este tipo de números musicales los que cautivan en una producción que sin embargo insiste en darle protagonismo a secundarios carentes de interés (y que, por cierto, ya se han apresurado a eliminar de cara a la segunda temporada). Ivy, Karen y música son las claves del éxito.
Sabíamos el odio enfermizo de la Reina hacia Blancanieves, pero no es hasta el capítulo 18 de esta primera temporada que conocemos el origen de ese rencor. En el episodio somos testigos de una Regina absolutamente irreconocible, enamorada del chico del establo y tan bondadosa con los demás que incluso rescata de una muerte segura a una pequeña e inocente Blancanieves. Pero en cuanto la futura reina se entera de que la simpática jovencita faltó a su palabra y le contó a su madre los plantes de huida con el amante, que terminó muerto en sus manos, se desatan las iras que marcarán todas las tramas de Once upon a time. Fantástica Lana Parrilla.
A pesar de la originalidad de su premisa, la serie de la NBC sobre un hombre que vive dos realidades distintas tras un accidente de coche no terminó de cuajar en la audiencia. Aunque su vertiente procedimental le restaba puntos, las conversaciones que el protagonista mantiene con sus respectivos psicólogos, trascendentales e incluso filosóficas, mantenían enganchado durante todo el capítulo, sobre todo en el imprescindible piloto, donde la frontera entre la realidad y la locura se cuestiona con absoluta maestría.
1. El final de Juego de tronos
La adaptación televisiva de la saga épica de George R.R. Martin despedía su segunda temporada en la HBO con un puñado de incógnitas en el aire, pero sobre todo con una última escena apabullante. Al otro lado del Muro, los caminantes blancos por fin vuelven a hacer acto de presencia desplegando todo su poderío, al más puro estilo The walking dead. Los malos presagios no eran exagerados y realmente la amenaza de Poniente se encuentra tras la gran pared de hielo. La incógnita reside ahora en quién será el enigmático ser a lomos de un caballo zombie. Y la respuesta puede que tarde en llegar.
2. La confesión de The Killing
El capítulo final de la segunda y última temporada de The Killing viene repleto de escenas para el recuerdo, como ese prólogo en el que vemos los últimos minutos de Rosie en el hogar o el vídeo en el que la joven se despide de sus padres con un "Os quiero" conmovedor. Sin embargo, la escena que pone los pelos de punta es precisamente la que nos desvela la identidad de la asesina. Una compungida tía Terry se desquita del enorme peso de la culpa que llevaba cargando desde que lanzó al lago el coche con su sobrina dentro mientras pide perdón a su hermana entre sollozos. Enorme secuencia y enorme capítulo que calla las dudas de los más escépticos con la serie.
3. Carrie la caga en Homeland
4. La escena del ascensor de The good wife
5. El futuro de las Mujeres desesperadas
6. La semilla de American Horror Story
Cualquiera de los doce capítulos que conforman la primera temporada de esta alocada e hiperactiva serie de terror contiene por lo menos una escena para el recuerdo (el piloto, por ejemplo, está plagado de ellas). Sin embargo, la secuencia que cierra la trama de los Harmon (la segunda temporada cambiará radicalmente de escenario) es de lo más sugerente. El hijo de Vivien y Tate, a cargo de Constance tras la muerte de toda la familia, se vislumbra como un auténtico anticristo después de matar a la niñera. La mirada cómplice y malévola entre la abuela y el retoño resulta de lo más inquietante.
7. Cristina ante otra operación comprometedora
8. El mambo de la 20th Century Fox de Smash
9. La transformación de Regina en Once upon a time
10. Las sesiones terapéuticas de Awake
Comentarios
De Juego de Tronos es lógico que nos dejen 'así' ya que hay muchas novelas que llevan a la pequeña pantalla todavía.
En el caso de AHS, es una escena impactante cierto pero la segunda temporada es independiente d ela primra por lo que es un final final estupendo.
Saludos.