En un año marcado por la desertización, Camino era la única vencedora posible de la noche del cine español. Cualquier otra decisión de los académicos hubiera resultado grotesca. Ni Los girasoles ciegos, enésima historia ambientada en la Guerra Civil, ni la aventura internacional pero irregular de Álex de la Iglesia, ni por supuesto la presuntuosa película de Agustín Díaz Yanes le hacían sombra al que sin duda ha sido el filme del año. Javier Fesser ha emprendido un cambio de registro en su carrera llevando la religión al cine con inusual libertad de expresión. Camino logra remover conciencias combinando el drama más puramente realista y descorazonador con la fantasía de un cuento de hadas. Su valiente propuesta merecía reconocimiento y, por qué no, la oportunidad de luchar por la estatuilla dorada de Hollywood. Nuestra Academia, mientras, mantiene su guerra abierta contra las descargas ilegales por internet cuando es evidente que el cine español, salvo honrosas excepciones, adolece de problemas mucho más graves como la absoluta falta de ideas. Una vez más, parece que sin Aménabar ni Almodóvar seguimos sin levantar cabeza.
Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno
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