Ir al contenido principal

Por qué la quinta es la mejor temporada de The good wife

No es lo habitual. Que una serie dirigida al gran público sobreviva cinco temporadas sin palidecer ya es un mérito. Pero que encima saque músculo después de más de ochenta episodios a sus espaldas es toda una proeza de la que deberían aprender tantas y tantas producciones que estiran tramas sin miramientos ni vuelta atrás. The good wife lo ha conseguido. Sus seguidores no lo demandaban, las tramas discurrían con caudal y fuerza durante cuatro entregas y, sin embargo, Michelle y Robert King decidieron darle un impulso que la ha catapultado a lo más alto de la ficción televisiva actual.

22 capítulos sin desperdicio alguno, que la han vuelto a poner en boca de todos los seriéfilos pero que probablemente sigan sin ser suficientes para lograr el beneplácito de los académicos de la televisión norteamericana. ¿Qué más necesitan? Una mezcla única entre la narrativa procedimental y la serializada, unos secundarios de auténtico lujo y un respeto hacia el espectador que pocas series de las cadenas generalistas mantienen. A estos rasgos intrínsecos de The good wife se le han unido este año nuevas virtudes que han convertido la quinta temporada en la mejor de esta apasionante ficción de abogados.

[CONTIENE SPOILERS]

Más estrategia que en Juego de tronos
La temporada ya comenzó fuerte. La puesta en marcha de Florrick/Agos a espaldas de Lockhart/Gardner comportó una serie de vibrantes movimientos y de intrigas palaciegas que convirtieron al bufete en una auténtica olla a presión. Una olla que explota sin sutilezas en Hitting the fan, el palpitante quinto capítulo en el que Will descubre la traición y arroja todo lo que tiene encima de al mesa delante de Alicia. La sensación de que todo se tambalea para volver tarde o temprano a la normalidad, típico rasgo de los procedimentales, se resquebraja de golpe no sólo en este episodio sino, como sabemos, en los acontecimientos que están por venir. La serie no sólo demuestra que puede alterar el orden establecido. También exhibe su particular dominio de las situaciones de crisis, que aborda con sentido del ritmo y sin cabos sueltos, como muestran los tres capítulos posteriores, The next day, The next week y The next month.

Más ligada que nunca a la actualidad
Para no perder a la fiel audiencia de la CBS, acostumbradísima al procedimental más puro, ni a los exigentes seguidores de la serie, The good wife siempre ha mantenido un fuerte vínculo con la más rabiosa actualidad, dotando a sus casos de un plus de veracidad que la alejan de las típicas ficciones sobre abogados. La censura de Google, las leyes armamentísticas de Estados Unidos o el activismo de Anonymous son sólo algunos de los temas que la serie ha tratado de frente en sus guiones. Esta quinta temporada se ha superado sometiendo a sus protagonistas a las escuchas legales de la NSA, destapadas por Snowden, y que amparándose en la seguridad nacional permiten espiar desde a ciudadanos anónimos hasta a la propia Angela Merkel. El tratamiento del asunto, además, ha sido soberbio, con sentido del humor y destapando sus flaquezas con la presencia de los tres impagables nerds enganchados a las conversaciones telefónicas de Alicia y compañía. Un ejemplo más de secundarios hábilmente perfilados.

La tragedia reconvertida en revulsivo
La decisión (estúpida) de Josh Charles de abandonar la serie debió caer sobre la sala de guionistas como una bomba. ¿Cómo hacer desaparecer a uno de los personajes clave de la trama sin perjudicarla de lleno? Will Gardner era la eterna tentación de Alicia y, aunque la tensión sexual entre ellos se resolvió (y fracasó) en la tercera temporada, el debate de la protagonista entre la pasión y la razón (encarnada por Peter Florrick) todavía podía dar mucho juego. Sus creadores decidieron cortar por lo sano y matar al abogado sin mayores preámbulos. Dramatics, your honor y el capítulo posterior se convirtieron en el antes y el después más chocante de The good wife, descolocando de lleno tanto a los protagonistas como a los espectadores. La decisión podría haber provocado una ola de rechazo entre la audiencia. En cambio, el asesinato de Will se trató a la perfección, sin aspavientos ni efectos lacrimógenos. Evidentemente, en las consecuencias de la tragedia residió el atractivo. Ahí están los movimientos de cuervo en el bufete o esas llamadas perdidas de Peter a Alicia como ejemplo del mimo de la serie hacia el detallismo.

La Alicia más desatada
Lejos quedan aquellos primeros capítulos en los que la esposa del gobernador permanecía en un segundo plano acaparando las miradas de compasión por su abnegación ante las infidelidades del marido. Alicia Florrick hace ya tiempo que se desprendió de la careta recatada y mojigata pero ha sido en esta temporada en la que ha desplegado toda su artillería interna, incluso la más desagradable. La ambición profesional ha llevado al límite su sentido del deber y su moralidad, mostrándonos a una protagonista que se va alejando de la perfección. Pero en el terreno personal tampoco se ha quedado atrás. La muerte de Will, sin despedidas ni posibilidad de redención, le termina de quitar la venda sobre su matrimonio, brindándonos una de las mejores escenas de la serie en el capítulo The last call, cuando Alicia por fin revienta y con todo el dolor y resentimiento le advierte a Peter de que los tiempos de la esposa perfecta han terminado.

Más giros inesperados
Por si todo este arsenal de acontecimientos inesperados no fuera suficiente, la serie ha permanecido fiel a la norma de dejar al espectador sin descanso. Un buen ejemplo es el capítulo con el que han cerrado la temporada, plagado de sorpresas hasta el último segundo, cuando Eli Gold le plantea de repente a Alicia si quiere ser fiscal del estado, abriendo un nuevo abanico de posibilidades en la relación con su marido. Otro filón para otoño será comprobar cómo se traduce el nuevo reparto de poder en los bufetes, con Diane Lockhart entrando en Florrick/Agos y Louis Canning y David Lee al mando de la antigua Lockhart/Gardner. ¿Aceptará Alicia el nuevo cargo? ¿En qué lugar deja a Kalinda esta nueva situación? Los King han demostrado con creces que no hay tramas ni terrenos que sus guiones no puedan explorar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muy buena temporada!! para mi la mejor serie del año!!!

jesn

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...