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The good wife 'season finale': ¿Queremos final?

[Contiene SPOILERS de toda la sexta temporada]

Que los King no se han portado demasiado bien con uno de los personajes revelación de la última década televisiva lo reconoce hasta la propia afectada. Archie Panjabi confesaba en una entrevista reciente para Entertainment Weekly que su papel no ha sufrido la mejor de las evoluciones. De ganar el Emmy por su arrolladora interpretación en la primera temporada de The good wife ha terminado por convertirse en la chica de los recados, en una especie de autómata ensombrecida por el resto del reparto de la serie.

Por suerte, los guionistas repararon el daño en la season finale, cuando Kalinda aparece repentinamente en la barra del bar y comparte sus últimos tequilas con Alicia, la amiga que formó parte de la mejor etapa de su vida. La investigadora, por tanto, ni se despide de la audiencia por la puerta grande ni por la de atrás pero al menos protagoniza la escena más entrañable del capítulo final.

El ascenso profesional de Alicia Florrick, su creciente ambición, han ido en detrimento del que fue su mayor apoyo. Kalinda es el ejemplo perfecto de hasta qué punto The good wife es única perfilando grandes secundarios pero también desigual a la hora de rematarlos (ahí están también la entrañable y desaparecida Robyn o la suegra de Alicia para cerciorarlo). En el núcleo duro y en los personajes esporádicos es donde la serie demuestra el máximo de sus respetos.

El retorno de Charles Lester, el execrable abogado de Lemond Bishop, en este último episodio representa perfectamente ese punto fuerte de la serie, capaz de dibujar grandes rasgos de personalidad en pequeños papeles secundarios. La lista de eventuales imprescindibles en The good wife es tan larga que no existen categorías suficientes en los Emmy para recompensarla.

Los cabezas de cartel, como decíamos, son también los grandes mimados por parte de los guionistas. Si a Will Gardner le brindaron el año pasado la mejor etapa de la serie y una de las mejores salidas de la historia de la televisión, esta sexta temporada ha ido poniendo entre las cuerdas a Diane Lockhart (y sus batallas dialécticas con los republicanos) y, sobre todo, a Cary Agos, que marcó los potentes capítulos iniciales con su inculpación en los negocios turbios de Bishop.

Porque si en algo siguen demostrando maestría los King es en su capacidad de revolucionar el status quo, de jugar hasta el límite con el entramado judicial y político que han ido construyendo. Campañas, elecciones, nuevos bufetes, estrategias, sorprendentes intercambios de socios. Las fórmulas parecen ilimitadas. Pero si las teorías sobre el número de palabras en los títulos son ciertas y la serie acaba finalmente en su próxima temporada, debemos empezar a pensar que la carrera hacia la presidencia de los Estados Unidos de Peter Florrick será el punto culminante con el que la serie dará su adiós definitivo.

La campaña de Alicia para fiscal general del estado ha centrado buena parte de las tramas de esta sexta temporada y nos ha deparado algunos de sus grandes momentos, desde la negociación con los donantes hasta el debate con su oponente Frank Prady. Pero, sobre todo, la serie suma enteros y mucho humor inteligente con la presencia del ya imprescindible Eli Gold y su hija Marissa, el personaje revelación de la temporada. El nuevo reto presidencial, con la oposición frontal de Alicia, promete nuevos y sugerentes encontronazos entre la cada vez menos dócil esposa y el asesor de campaña.

Recientemente anunciada su renovación, The good wife parecía por momentos dirigirse hacia su final definitivo en esta sexta temporada. El capítulo The deconstruction, sin ir más lejos, empezaba con una referencia explícita al inicio de la serie, cuando una compungida Alicia permanecía en un segundo plano durante la rueda de prensa posterior a los escándalos sexuales de su marido. Esta vez, era Peter el que la acompañaba durante su renuncia pública al cargo tras las acusaciones de fraude. Intercambio de posiciones que, sin embargo, no se correspondía con un intercambio real de roles en la pareja. La subyugada esposa se mantiene, al menos públicamente, al amparo del macho alfa.

Puede que la sexta no haya sido la mejor ni la más coherente de las temporadas de The good wife, sobre todo tras la cúspide del año anterior, pero aún así nos ha seguido regalando capítulos inmejorables como Mind’s eye, cuando una afónica Alicia prepara la entrevista más crucial de la campaña imaginando todos los escenarios posibles. El ingenio no parece agotarse. Como alicientes para otoño ya disponemos de la tensión sexual no resuelta con Finn y esa maravillosa vuelta de tuerca que supone la nueva alianza con Louis Canning. De seguir a este ritmo y nivel, larga vida a los Florrick.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gran serie, totalmente de acuerdo tvp.

Lastima del adios de Kalinda.

jesn

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