Ir al contenido principal

El revulsivo para Cinemax

Esto no es House o Anatomía de Grey. Aquí la maquinaria quirúrgica de última generación no se acompaña de música molona para impresionar al espectador. Aquí la banda sonora y la estética, tanto o más modernas que en las series médicas de gran popularidad, ejercen de contrapeso ante los rudimentos de la medicina de principios del siglo pasado, cuando la anestesia se alcanzaba con éter o comenzaban a gestarse las primeras cesáreas. Una época de utensilios y remedios prehistóricos que The Knick logra recrear a conciencia, sin tapujos y con absoluta precisión, alcanzando cotas de espectacularidad mucho más altas que la tecnología más rompedora.

Porque los artilugios futuristas y la ciencia ficción están muriendo de éxito, quizá convenía echar una mirada al pasado para innovar en el campo de la ficción médica. Los de la HBO y su hermana menor Cinemax han sabido encontrar un filón apasionante en los avances que revolucionaron la historia de la medicina. Hartos de diagnósticos y tratamientos ultraeficaces, de tecnología punta, de CSIs, nos ofrecen una visión mucho más cercana de la profesión médica que las tramas actuales.

Absténganse los hipocondríacos, porque The Knick abre sus puertas con una intervención quirúrgica en la que no se escatiman los primeros planos. Bisturís, incisiones, tijeras, esponjas y sangre, mucha sangre, es lo que desprenden los primeros planos de una serie que no cree en los milagros y los finales felices sino en los avances y retrocesos de una época de plena experimentación, en la que la medicina avanzaba a tientas y sin patrón.

El encargado de impartir esta asignatura avanzada sobre Historia de la cirugía es el Dr. John W. Thackery, algo así como el Gregory House de 1900 pero sin cojera y con adicción a la cocaína. Brusco y detestable como su colega en el Princeton-Plainsboro, ambos comparten una miserable existencia absolutamente entregada al trabajo. La gran diferencia es que The Knick no lleva el nombre de su protagonista sino el de un hospital. Pequeño gran matiz que permite ofrecer una visión amplia y global del sistema de salud en la Nueva York de los primeros años del siglo XX.

Los derechos del paciente, la enfermería, las urgencias, la filantropía. Nada es como solía ser en aquella época, tal como rezaban los diez diferentes carteles promocionales de la serie y que ya vaticinaban su gran amplitud de miras. Tampoco la igualdad de oportunidades ni la religión, representadas por dos de los personajes más prometedores de The Knick, el médico negro de impecable currículum y la monja pingüino adicta al tabaco y al sarcasmo.

Por si todas las virtudes que ha mostrado el piloto (y alguna flaqueza, como la tendencia al arquetipo) no fueran suficientes, la serie queda en manos de Steven Soderbergh, que parece haberle encontrado el gustillo a la televisión tras el éxito de Behind the Candelabra. No es una impronta cualquiera. Con su abanico de planos de riesgo y una agilidad en el ritmo que recuerda a Ocean’s eleven, consigue dotar de la más rabiosa actualidad a una serie de época. La dosis de talento y prestigio que le faltaba a Cinemax para convertirse en otro canal de referencia.

Comentarios

JC LOSA ha dicho que…
Muy de acuerdo con la crítica, por fin he podido verlo y la verdad es que me ha dejado con ganas de seguirla. De Anatomía de Grey salvo esas tramas secundarias de investigaciones, es la parte más interesante, y en The Knick lo mismo, los procedimientos que hoy vemos como simples, dados en su época como un gran paso al futuro. Lo bueno del piloto es que la medicina sea el principal motor de la historia (lo contrario que en Grey), porque no se han esmerado en desarrollar los personajes más allá de lo básico para definirlos, y van al grano. Ver los métodos y las condiciones de trabajo de la época me parece el gran acierto, sobretodo porque es inevitable compararlas con las actuales, y encima que no se corten a la hora de mostrar (si, he apartado en varias ocasiones la vista). De momento me la quedo.
Anónimo ha dicho que…
¡Imágenes y texto interesante, por ahora ya quiero ver The Knick estoy intrigada con esta serie!

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...