La pantalla

Coinciden estos días en la cartelera dos películas a priori infantiles pero destinadas a un público adulto, Alicia en el país de las maravillas y Fantástico Sr. Fox . Es evidente que, en taquilla, la ingenua protagonista de la cinta de Disney se comerá con patatas al zorro que da nombre a la segunda propuesta. Tan evidente como injusto , puesto que el ingenio que derrocha la primera incursión animada de Wes Anderson es diametralmente opuesto al de la última película de Tim Burton. La rabiosa actualidad de la tecnología 3D versus la técnica artesanal del stop motion . Incluso en una supuesta batalla formal, Fantástico Sr. Fox saldría ganando . Los fanáticos de la tridimensionalidad encontrarán los movimientos estáticos como más propios del siglo pasado. Sin embargo, esta animación a trompicones provoca momentos de asombro que con las gafas todavía no hemos logrado sentir. Hay escenas del filme de Anderson que Alicia en el país de las maravillas , con todo su arsenal de efectos digital...

Algo está sucediendo en nuestras televisiones, y no, no es la llegada de la TDT. Sabíamos que la imaginación escaseaba entre sus responsables, que resucitar viejos programas era una fórmula recurrente, pero jamás como hasta ahora se había practicado un homenaje al pasado tan descarado como el de estos días . La crisis de ideas ha tocado fondo en nuestros canales y esta semana, mejor que nunca, se hace evidente. Para colmo, los espacios elegidos para una nueva chapa de pintura no son precisamente los más frescos e interesantes. La sombra de Alberto Oliart trasciende mucho más allá de la televisión pública. La gala con la que Telecinco se cubrió de gloria, y de caspa, para celebrar sus 20 años de existencia fue un aviso para televidentes. El pasado puede regresar y casi siempre para peor . Como si de una ceremonia de los años 80 se tratara, la cadena de Vasile fue paseando sin ritmo ni gracia por un archivo histórico del que no supo sacar todo el provecho. En su momento, las mamachicho f...

Tras el impactante y revelador episodio sobre Desmond, la siguiente parada de esta última temporada de Lost recae de forma menos espectacular en Hurley. Era difícil superar uno de los grandes capítulos de la serie , pero aún así los guionistas nos deparan más de una sorpresa en Todo el mundo quiere a Hugo . La más inquietante sucede precisamente en la escena final, cuando Desmond embiste con el coche al profesor Locke en la realidad alternativa. Es sin duda la gran incógnita del episodio: ¿Con qué intención atropella Desmond a Locke? Todo el mundo da por sentado, y es evidente, que Locke terminará en manos de Jack pero es necesario saber si Des lo hizo con esa intención. La teoría más extendida es que un shock tan bestia era la única manera con la que el calvo podría entrar en contacto con su pasado escondido. De hecho, ese plano cenital de Locke tendido en el suelo sugiere que grandes revelaciones están pasando por su cabeza. Sin embargo, otras suposiciones más rocambolescas rondan p...

La expectación era máxima. Del nuevo proyecto de Tim Burton para la Disney se venía hablando desde hace meses, gracias en parte a una imponente campaña de marketing perfectamente orquestada para generar grandes expectativas. La propuesta venía además aderezada con 3D, la dimensión sin la que parecen no saber vivir las grandes producciones de Hollywood. Tal avalancha mediática, sin embargo, nos impidió plantearnos la pregunta más importante. ¿Era necesaria esta nueva incursión en el país de las maravillas después de decenas de adaptaciones anteriores para todos los gustos? Visto el resultado, con gafas tridimensionales incluidas, sólo cabe un no por respuesta. De un cuento tan popular y arraigado como Alicia en el país de las maravillas era imposible esperar un trabajo con rasgos burtonianos , a no ser que el director hubiese decidido darle un giro a la historia para adaptarla a su terreno, tal como supo hacer con algo tan tradicional como la navidad. Pero en esta ocasión se trataba d...

Se acabaron las fórmulas imposibles y forzadas. Ha llegado Desmond a Lost y con él se terminaron mis jueguecitos sobre las incógnitas y las respuestas que nos va planteando la serie en su última temporada . Andamos ya por el capítulo 11 y, francamente, comienza a ser complicado, por no decir ridículo, seguir utilizando los números para comentar Perdidos . Happily ever after es el pretexto perfecto para cambiar la fórmula, ya que supone un antes y un después en esta sexta temporada. Si el capítulo sobre el pasado de Richard sumaba puntos a esta última tanda de episodios, el que se centra en Desmond supone, hoy por hoy, el más revelador de la serie . Y es que llevábamos ya diez capítulos teorizando sobre el sentido de los flashes alternativos y ha tenido que llegar uno de nuestros protagonistas favoritos para aclararnos un poco las ideas. Al inicio de la temporada, todo parecía indicar que la bomba que hizo estallar Juliet había hecho su efecto. Los supervivientes del vuelo Oceanic 815...

Tras el parón de Semana Santa, ración doble de Perdidos con sabor agridulce. Dulce por el impresionante capítulo 9 sobre Richard y agrio por un décimo episodio que nos traslada de nuevo a la realidad de una temporada irregular y bastante floja. Suerte que la trama de Ricardo nos devuelve la fe en una serie con capacidad de sorprender. Y menos mal que, por fin, la temporada final nos depara más revelaciones que incógnitas. Esperemos que en los ocho capítulos que quedan para que termine nuestro pasatiempo favorito la trama despegue hacia un final que consiga dejarnos con la boca abierta. Perdidos debe quedar desde su principio hasta su desenlace como la mejor serie de la historia de la televisión. Mientras llega ese esperado momento, repasemos las 10 respuestas que nos ha deparado esta doble sesión. En primer lugar, por fin sabemos de qué forma atraca La Roca Negra en mitad de la selva en la isla de Perdidos . En el navío viajaba un Ricardo tinerfeño salvado de la pena de muerte y, tra...