Fernando Meirelles pedía disculpas a los asistentes del preestreno barcelonés de A ciegas por las imágenes tan duras que iban a presenciar. Para quien no conociera el Ensayo sobre la ceguera de Saramago, sin duda le sorprendería la crudeza de algunas escenas, sobre todo las que tienen lugar durante la improvisada cuarentena para ciegos. Pero los que alguna vez leyeron la novela del Nobel portugués seguramente recordarán la sensación de angustia que provocaban algunos pasajes, hasta el punto de resultar incómoda su simple lectura. La adaptación no obvia los momentos más duros del relato, pero sí elude algunos escabrosos detalles que hubieran hecho del filme una auténtica pesadilla.
La recreación de un mundo sumido en el caos tras caer todos sus habitantes en una inexplicable ceguera blanca es meritoriamente realista. De bien seguro que Saramago se quedó corto al suponer la degradación a la que puede sucumbir un ser humano en estado de emergencia, sin orden ni control. Aún así, el relato representa una visión muy pesimista, aunque seguramente real, sobre el género humano. Robos, saqueos, chantajes, violaciones, asesinatos. Todas las miserias que afloran en las situaciones límite quedan reflejadas en el filme y, aún así, pese a su extrema dureza, se quedan cortas en comparación con el libro.
Reflejar en apenas dos horas toda la sordidez de Ensayo sobre la ceguera no era tarea fácil. Puestos a recortar situaciones, Meirelles decidió eliminar aquellas susceptibles de provocar rechazo en el espectador, como por ejemplo la de personas defecando en mitad de la calle o fornicando como animales en celo. Detalles superfluos e incómodos que no restan mérito a una adaptación absolutamente fidedigna del relato original.
Cuentan que a Saramago se le soltaron las lágrimas cuando visionó la película por primera vez. Y no es para menos. Pocas veces la adaptación de un best seller consigue una recreación tan fiel en su traslado a la pantalla. De principio a fin se mantienen las escenas que plantea la novela, con un principio de impacto y un desarrollo casi terrorífico. Es quizá en el desenlace donde el cariz reflexivo de la novela queda un poco más desdibujado, debido en parte a la escasez de una voz en off reveladora.
“Somos ciegos que pueden ver, pero no ven” reflexionaba el narrador entre las páginas de la novela. La sensación de impotencia de la protagonista, la única vidente entre ciegos, y, sobre todo, sus pensamientos en torno a la venda que cubre los ojos de todo ciudadano occidental a duras penas quedan reflejados en el filme. Era la previsible dificultad con la que iba a encontrarse cualquiera que osara trasladar a imágenes una obra de tanto impacto visual pero tan complicada.
Algunos momentos que en la novela quedan minuciosamente descritos rozan el ridículo cuando se reducen a unos cuantos segundos de metraje, como por ejemplo la entrada en fila india de los ciegos al recinto en el que serán recluidos. De nuevo, la máxima de que una imagen vale más que mil palabras se incumple en aquellos casos en los que el poder de la letra escrita y de la imaginación pueden más que la explicitud.
Aunque A ciegas falle, como no podía ser de otra forma, a la hora de reflejar el trasfondo filosófico de la novela, su contenido no se aleja en ningún momento del espíritu de Ensayo sobre la ceguera. La descripción de una humanidad en plena decadencia no queda alterada en su traslado a la pantalla, gracias también a la aportación de una Julianne Moore apoteósica. La escena que protagoniza a la salida de un supermercado, aferrándose a sus bolsas repletas de comida frente a ciegos hambrientos, es la más evocadora del filme.
No sucede lo mismo con Gael García Bernal, con una interpretación de chiflado que es quizá la que más se aleja de su personaje de papel, algo que en cambio sí consigue el viejo que lo acompaña y que ya era ciego antes de la epidemia. Su maldad no conoce límites ni escrúpulos, convirtiéndose en el mejor exponente de una sociedad vacía de valores y con pensamiento único que un buen día pierde el control. Más que un ensayo sobre la ceguera, A ciegas constituye todo un estudio sobre la humanidad.
La recreación de un mundo sumido en el caos tras caer todos sus habitantes en una inexplicable ceguera blanca es meritoriamente realista. De bien seguro que Saramago se quedó corto al suponer la degradación a la que puede sucumbir un ser humano en estado de emergencia, sin orden ni control. Aún así, el relato representa una visión muy pesimista, aunque seguramente real, sobre el género humano. Robos, saqueos, chantajes, violaciones, asesinatos. Todas las miserias que afloran en las situaciones límite quedan reflejadas en el filme y, aún así, pese a su extrema dureza, se quedan cortas en comparación con el libro.
Reflejar en apenas dos horas toda la sordidez de Ensayo sobre la ceguera no era tarea fácil. Puestos a recortar situaciones, Meirelles decidió eliminar aquellas susceptibles de provocar rechazo en el espectador, como por ejemplo la de personas defecando en mitad de la calle o fornicando como animales en celo. Detalles superfluos e incómodos que no restan mérito a una adaptación absolutamente fidedigna del relato original.
Cuentan que a Saramago se le soltaron las lágrimas cuando visionó la película por primera vez. Y no es para menos. Pocas veces la adaptación de un best seller consigue una recreación tan fiel en su traslado a la pantalla. De principio a fin se mantienen las escenas que plantea la novela, con un principio de impacto y un desarrollo casi terrorífico. Es quizá en el desenlace donde el cariz reflexivo de la novela queda un poco más desdibujado, debido en parte a la escasez de una voz en off reveladora.
“Somos ciegos que pueden ver, pero no ven” reflexionaba el narrador entre las páginas de la novela. La sensación de impotencia de la protagonista, la única vidente entre ciegos, y, sobre todo, sus pensamientos en torno a la venda que cubre los ojos de todo ciudadano occidental a duras penas quedan reflejados en el filme. Era la previsible dificultad con la que iba a encontrarse cualquiera que osara trasladar a imágenes una obra de tanto impacto visual pero tan complicada.
Algunos momentos que en la novela quedan minuciosamente descritos rozan el ridículo cuando se reducen a unos cuantos segundos de metraje, como por ejemplo la entrada en fila india de los ciegos al recinto en el que serán recluidos. De nuevo, la máxima de que una imagen vale más que mil palabras se incumple en aquellos casos en los que el poder de la letra escrita y de la imaginación pueden más que la explicitud.
Aunque A ciegas falle, como no podía ser de otra forma, a la hora de reflejar el trasfondo filosófico de la novela, su contenido no se aleja en ningún momento del espíritu de Ensayo sobre la ceguera. La descripción de una humanidad en plena decadencia no queda alterada en su traslado a la pantalla, gracias también a la aportación de una Julianne Moore apoteósica. La escena que protagoniza a la salida de un supermercado, aferrándose a sus bolsas repletas de comida frente a ciegos hambrientos, es la más evocadora del filme.
No sucede lo mismo con Gael García Bernal, con una interpretación de chiflado que es quizá la que más se aleja de su personaje de papel, algo que en cambio sí consigue el viejo que lo acompaña y que ya era ciego antes de la epidemia. Su maldad no conoce límites ni escrúpulos, convirtiéndose en el mejor exponente de una sociedad vacía de valores y con pensamiento único que un buen día pierde el control. Más que un ensayo sobre la ceguera, A ciegas constituye todo un estudio sobre la humanidad.
Comentarios
Vaya bazofia Vertele, últimamente son los que más tardan en poner las audiencias completas, y las noticias, y ahora lo de que no se pueda comentar... están cada vez peor... ¿y qué tal por aquí?, a mi me avisó jesn hace un rato... jejje
Mira al final acabaremos siendo los mismos que en Vertele! jejejej.
La verdad es que la 1º parte fue increíble, pero con 4-2 yo estaba cagado, porque un gol del OL, lo íbamos a pasar mal... pero bueno, en 1/4 ya; y el Madrid... muajajajajaja.
Y luego vi la prórroga y penaltys del Arsenal - Roma... madre mía, no eía un penalty tan mal tirado desde hace tiempo, el 3º de la Roma, de Vucinic... ahora espero que al Barça le toque el Oporto en cuartos...jejeje
Buenas, DosOchos, qué tal te sientes cuando te eliminan en Champions? Jajajajajaja
############ Sabía que andaríais con el mono de Vertele por aquí, venía a recabar info de lo que pasa con la página y los comentarios ¿los querrán cobrar coo en Libertad Digital? jajajaj
BSG se deja ver muy bien una vez que empiezas te vuelves adicto, son irrefrenables las ganas de ver un cap tras otro y otro, te garantizo sábados y dominfo llenos de BSG
Me parece que me voy a registrar en Formula TV, aunque no me gusta tampoco su sistema de comentarios, prefiero Vertele al meos es casi seguro que te lee mucha gente de la tele, en FTV no, sólo se dedican a la gresca entre las hinchadas de A3 y T5
TVpeople en otro rato te conyaré en la pu.ta basura en q se ha convertido menéame ##################
EZTV
Yo cuando pueda escribiré, de momento sólo comentar que me da penilla que Eva González haya hecho tan poca audiencia... a mi me trae muy buenos recuerdos, encima la chica es muy guapa e intenta ser salada jajajaj
Hoy a ver lost! y en mi casa a ver si veo el último de True Blood :p
A mi la verdad también me cae bien Eva Glez, además es amiga de Patricia Conde...xD pero me alegro por T5