Ir al contenido principal

ESPECIAL ZINEMALDIA 2016 - La reconquista

Como si de una revisión de Paraules d’amor se tratara, todo empieza con una carta escrita a mano a los quince años, palabras de amor vertidas en plena explosión romántica entre dos adolescentes. Sencillas y tiernas. Justo despertando del sueño infantil. Pero esta vez con el bagaje del paso del tiempo. Porque si Serrat nos describía melancólico a su primer amor, desconocido su paradero, en una de las canciones más hermosas y tristes de nuestra historia musical, Jonás Trueba nos brinda el quince años después de Manuela y Olmo, el reencuentro de dos amantes que rememoran un pasado ferviente, la reconquista de sentimientos ahora lejanos y ajenos.  

La exhumación de este amor enterrado se produce sin ninguna prisa. Si hay que observar a la pareja conversando un buen rato, se la observa. Si hay que escuchar todo un repertorio de canciones nostálgicas, se escucha. Si hay que esperar, se espera. Porque lo que para algunos supondrá un suplicio en realidad es la mejor manera de adentrarse en este juego de miradas, en un vaivén de verborreas y silencios que poco a poco va extrayendo sensaciones y deseos olvidados. Hay una escena especialmente emocionante de la película en el que ella y él miran al frente, en silencio, desprendiendo añoranza, mientras el padre le dedica una canción a su hija sobre diminutos fragmentos de una vieja emoción. El tipo de escenas con las que resulta casi imposible no empatizar.

Gran parte de la proeza de una reconquista que consigue sentirse como propia recae en el reparto, sobre todo en un Francesco Carril que borda un papel extremadamente complejo, el de un tipo soso y sencillo, introvertido, pero con una interesante vida interior, que necesita del desparpajo de una compañera como la que interpreta Itsaso Arana para desmelenarse, para sentirse vivo. Su arranque bailongo en mitad de una noche de juerga improvisada e inolvidable es otro de los momentos imprescindibles de la película.

Luego llegará un viaje en moto hacia el presente, en el que le espera dormida su novia actual. Y una conversación café en mano que si destila brillantez es también gracias al trabajo de Aura Garrido. Celos encubiertos, muestras de comprensión y desahogos sinceros. Después será el turno de la decisión más cuestionable de la cinta, la de recrear el pasado adolescente. La imaginación era más potente que un flashback pero al menos los jóvenes actores que lo interpretan, un gran acierto de casting, no desmerecen el conjunto de una obra que, de la forma más sencilla y menos pomposa, conquista y conmueve.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El embolado de Julianne Moore

¿Cómo es posible que una película protagonizada por Julianne Moore y Samuel L. Jackson se estrene en tan sólo tres salas de Barcelona? Era la pregunta que rondaba por mi cabeza momentos antes de entrar en uno de esos tres cines en los que proyectaban El color del crimen . Dos horas más tarde, al atravesar la salida de emergencia, entendí perfectamente el motivo. La película es un bodrio. Capítulos de Sin rastro desarrollan mucho mejor en 45 minutos lo que este filme alarga a 120, la misteriosa desaparición de un niño blanco cerca de un gueto habitado por negros en New Jersey. Desde el momento en que la policía decide acordonar toda la colonia para encontrar al secuestrador, estalla un conflicto racial con dramáticas consecuencias. La película muestra, a su manera, algunos de los males que azotan Estados Unidos. Como es evidente, uno de ellos el racismo y las desigualdades sociales, pero también algunos otros que producen igual repugnancia, como es por ejemplo esa tendencia al asociac...

¿En qué se parece 'El orfanato' a 'Los otros'?

El último grito en críticas deconstructivas consiste en comparar El orfanato con Los otros con la única argumentación de que ambas películas se desarrollan en un siniestro caserío poblado de fantasmas. Si a ello le sumamos las supuestas similitudes interpretativas entre Belén Rueda y Nicole Kidman ya tenemos la mejor forma de dejar por tierra un filme sin ningún tipo de razonamiento lógico. Cabe recordar que lo mismo le sucedió a Amenábar cuando todos se empeñaron en calificar de copia de El sexto sentido a su penúltima obra, al menos en lo que a final rocambolesco se refiere. Las influencias son evidentes y las comparaciones, odiosas, porque, puestos a comparar, casi prefiero quedarme con la ópera prima de Bayona que con Los otros , quizá porque la moda del terror psicológico terminó por aburrirme. El orfanato , en cambio, es el miedo en estado puro . El cine de terror clásico. Estamos de acuerdo en que no hay nada mejor que sugerir antes que evidenciar en imágenes, pero el pavor ...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...