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Dos maneras de integrar a los niños en el 'prime time'

La misma semana que Julia Otero cerraba temporada de su ‘No em ratllis’ en TV3, ‘Dolce vita’ se ha sacado de la manga un burdo plagio de una propuesta con la que solo tiene algo en común: la presencia de menores en el plató. Para aquellos que no la conozcan, la presentadora de origen gallego afincada en Catalunya lleva varias semanas emitiendo una propuesta de lo más interesante. Niños de todos los orígenes y estratos sociales inscritos en colegios públicos, concertados y privados catalanes opinan ante la cámara sobre temas de lo más adulto, como la monarquía, la vida en pareja o la homosexualidad.
Mediante este ejercicio, con evidente peligro de banalización, han conseguido en este programa una radiografía espléndida de cómo suben hoy en día los más pequeños, corroborando precisamente que cada vez nacen más espabilados. A través de su mirada hemos podido comprender la huella que impregnamos los mayores en ellos y los valores que probablemente predominarán el día de mañana.
El sentido del humor, como es lógico, tenía que estar presente, ya que las perlas que salen de la boca de los niños no tienen desperdicio. Sin embargo, existe un matiz que lo diferencia de la otra detestable utilización de menores que hemos visto este sábado en Telecinco: no se trata de reírse de ellos sino de reírse con ellos. Mientras uno hace de los menores espectáculo, el otro invita a la reflexión.
Debido al éxito que ha tenido la propuesta de Otero, los espabilados de Telecinco han pensado en extrapolar tan magnífica idea a los lodos de la prensa rosa. ¿Por qué no delegar en los pobres e inocentes niños aquéllas preguntas que aún tenemos la decencia de eludir? De esta forma nos eximimos de toda responsabilidad y el famoso de turno no tiene otro remedio que plantar cara a las cuestiones más comprometidas. La idea es de un maquiavélico que da asco.
Sin embargo, y por suerte, les salió el tiro por la culata. Los niños de la bazofia ‘Dolce Vita Baby’ estaban lógicamente más preocupados por cantar y bailar delante de las cámaras que por hacerle preguntas a un Julio Iglesias Jr. del que probablemente lo desconocen absolutamente todo. ¿Tienes novia? es lo más suculento que les sirvió en bandeja una niña a los desalmados de este programa. Desalmados que seguro esperaban cuestiones más peliagudas como la probable homosexualidad del joven en cuestión.
Las cadenas demuestran una vez más que su obsesión por el morbo no tiene límites. El día antes, sin ir más lejos, en ‘¿Dónde estás corazón?’ planteaban a la audiencia si debían emitirse unas imágenes muy comprometidas sobre el hijo de Isabel Pantoja. Un nuevo ejemplo de elusión de responsabilidad y de limpieza gratuita de conciencia. Por suerte, a estos también les salió el tiro por la culata y el público votó en mayoría que no.
Telecinco, está claro, plagia lo peor de una competencia mucho más inteligente y comprometida como es TV3 (temiendo estamos cómo será la particular adaptación que Xavier Sardà ha hecho de ‘Afers exteriors’). En vez de trasladar a todo el territorio español una idea como la de la televisión catalana, adaptada eso sí de otra competencia todavía más competente como la BBC británica, deciden utilizar sin escrúpulos la inocencia de un puñado de menores para lograr más espectadores. Lejos de conseguir morbo, lo único que lograron fue un absurdo y aburrido programa sin ritmo ni interés alguno. Mientras, en la mente del espectador, la única reflexión que se pudo extraer de tan reprobable propuesta es qué clase de palurdos padres son capaces de llevar alegremente a sus hijos a este circo de la prensa amarillista. Los mismos que se pirrarían porque algún día llegaran a ser tan famosos como Sonia Arenas. Mis felicitaciones a Julia Otero, esperando que algún día Santi Acosta logre entender lo que implica responsabilizarse de un programa.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
mira que es malo el santi acosta este,es terrorifico, yo creo sin duda que tiene algun enchufe porque resulta incomprensible que alguien tan malo, presente un programa de tv,.

felicidades por tu blog, gran curro.

desde Barcelona.
Anónimo ha dicho que…
Creo que sencillamente Santi Acosta es un pobre infeliz retrasado mental; no se entiende de otra manera que haga una televisión repugnante, inmoral, podrida hasta el tuétano y aparentemente no se de cuenta. Claro, cabe la posibilidad de que sea un monstruo sociópata, un hijoputa de tomo y lomo o un ser sencillamente malvado. Pero creo que es pedir demasiado. En este país sólo llegan arriba imbéciles suficientemente imbéciles para no entender lo perverso de lo que hacen. Ergo, concluyo, es un pobre infradotado.

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