Todos los esfuerzos de la Academia de Hollywood por parecer más inclusiva, tolerante y feminista en los últimos años se fueron por la borda en apenas unos segundos. Son los que protagonizó Will Smith cuando irrumpió en el escenario del Kodak Theater para propinarle un bofetón a Chris Rock por un desafortunado chiste sobre la calvicie de su mujer. Lo que parecía un gag más de la ceremonia terminó confirmándose como real, aunque no por boca de la organización del evento, que prosiguió con el show como si nada grave hubiera sucedido. Minutos más tarde, el actor recibía el Oscar a mejor actor entre vítores y aplausos de los asistentes. Los Oscar parecían imitar la escena de ‘No mires arriba’ en la que el mundo prefiere ignorar la llegada de un meteorito. Smith no solo no pidió perdón al agredido sino que justificó entre sonrisas y lágrimas que lo hizo por amor y por respeto. ¿Qué sentido cobraban los lazos azules de apoyo a los refugiados en Ucrania, los aplausos en la lengua de signos, la...
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