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Mostrando entradas de febrero, 2017

Los 5 grandes errores de la 3ª temporada de The Affair

Sabíamos que no sería fácil. Una vez cerrada la trama de Scott Lockhart, la que mantuvo viva la intriga durante dos temporadas, cabía la duda de por dónde discurriría esta adictiva historia a cuatro bandas. Resuelto el misterio, y de qué forma tan sobresaliente, parecía complicado proseguir el argumento. Renovarse o morir. Y visto el camino intermedio que han emprendido Sarah Treem y Hagai Levi, sus creadores, quizá la opción de un desenlace con tres inocentes culpables era la más responsable. Los seguidores de The affair nos hemos topado, ya desde el primer capítulo de la tercera temporada, con otra serie. Con los personajes más dispersos que nunca (geográfica y mentalmente), intrigas con resoluciones de principiante y la alteración del sello que ha dejado huella en la historia de la televisión, la serie de Showtime (ya oficialmente, el canal que realiza un peor seguimiento de sus productos) ha perdido el rumbo. A continuación, los cinco grandes errores que han cometido sus resp

MOONLIGHT | Camaleón a la fuerza

Una historia sobre homosexualidad dentro de la comunidad negra parecía una vuelta de tuerca, un quién da más dentro del cine de denuncia social que podría suponer el reclamo perfecto para una Academia de Hollywood deseando resarcir sus pecados discriminatorios. Por suerte, Moonlight no pertenece a ese grupo de cintas que buscan a toda costa la exaltación , que se convierten en estandartes de la lucha contra la opresión de la hegemonía blanca y heterosexual. La propuesta de Barry Jenkins es mucho más valiosa, ya que con su premisa y, sobre todo, su puesta en escena, logra abarcar un sentimiento prácticamente universal, el del miedo a la propia identidad. Little, Chorin y Black no son sólo los tres actos en los que se divide la trama sino las tres fases de un complicado proceso de asimilación personal , el que sufre un niño, adolescente y adulto lidiando consigo mismo y su entorno de barrio marginal en Miami. Esta vez la marginación no surge del racismo sino desde dentro, desde el

MANCHESTER FRENTE AL MAR | No hay lugar para el perdón

¿Existe un sentimiento más autodestructivo que la culpa? Es la cuestión que gravita en todo momento en torno al protagonista de esta sobrecogedora historia, que discurre por cauces muy distintos de los que aventuraba el tráiler. Porque si uno acude al cine con la intención de asistir a una dramedia sobre un solterón divorciado que, de repente, debe apechugar con la educación del hijo adolescente de su hermano fallecido, irá en gran parte desencaminado. Por primera vez, y probablemente sin que sirva de precedente, la promoción de una película no destripa su contenido. Y el goce, sobra decirlo, resulta infinitamente mayor. Manchester frente al mar golpea duro y de improviso. Lo hace valiéndose de una depurada técnica del flashback , que va y viene de forma intermitente, imprevisible, tal y como aparecen y se desvanecen los recuerdos. El peor de ellos, el más devastador, llega durante la lectura del testamento, cuando la decisión vital de hacerse cargo de un sobrino a las puertas