Todos
los esfuerzos de la Academia de Hollywood por parecer más inclusiva, tolerante
y feminista en los últimos años se fueron por la borda en apenas unos segundos.
Son los que protagonizó Will Smith cuando irrumpió en el escenario del Kodak
Theater para propinarle un bofetón a Chris Rock por un desafortunado chiste
sobre la calvicie de su mujer. Lo que parecía un gag más de la ceremonia terminó
confirmándose como real, aunque no por boca de la organización del evento, que
prosiguió con el show como si nada grave hubiera sucedido. Minutos más tarde,
el actor recibía el Oscar a mejor actor entre vítores y aplausos de los
asistentes. Los Oscar parecían imitar la escena de ‘No mires arriba’ en la que
el mundo prefiere ignorar la llegada de un meteorito. Smith no solo no pidió
perdón al agredido sino que justificó entre sonrisas y lágrimas que lo hizo por
amor y por respeto. ¿Qué sentido cobraban los lazos azules de apoyo a los
refugiados en Ucrania, los aplausos en la lengua de signos, la mayor presencia
de mujeres, negros y personas LGTBIQ si al final nadie fue capaz de condenar el
mayor acto de intolerancia? La imagen que quedará para el recuerdo es la de
Chris Rock saliendo por la puerta de atrás y la de Will Smith luciendo un Oscar
bajo el brazo.
Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno
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