Ir al contenido principal

Verdades tan demostrables como una ecuación

Gran parte de esta nueva película de Álex de la Iglesia se la pasan filosofeando sus dos protagonistas, los dos reclamos internacionales John Hurt y Elijah Wood. Maestro y alumno respectivamente disciernen sobre la posibilidad de conocer la verdad. Para el primero, no hay nada verdadero más allá de los números. Para el segundo, todo encuentra su explicación en las matemáticas. Y mientras uno y otro se enzarzan en acaloradas e interminables discusiones se suceden en la comunidad universitaria de Oxford una serie de crímenes relacionados con la lógica pero totalmente desvinculados de los desvaríos filosóficos que van vertiendo los personajes.
¿Puedes negar que esto es una piedra?, le pregunta el pupilo al profesor señalando un pedrusco en mitad de la calle. El espectador, entre tanto, se cuestiona la utilidad de tales reflexiones en una trama que finalmente queda absolutamente alejada de cualquier razonamiento filosófico. Al final, los hechos dan la razón al joven alumno y en la batalla entre filosofía e investigación criminal sale claramente vencedora esta última. La verdad se puede demostrar.
El problema viene cuando esa verdad, en este caso ficticia, resulta de lo más inverosímil. La explicación de los hechos que propiciaron los crímenes de Oxford es tan decepcionante como las pistas que nos van acercando a ella, hasta el punto que cualquier resolución de Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen parece más convincente que el rocambolesco desenlace que nos ofrece este flojo guión.
El mérito de De la Iglesia, aún así, no debe infravalorarse. Por un lado, consiguió que se embarcaran en este proyecto dos pesos pesados de la escena internacional y, desde luego, ha sabido sacarles todo su jugo, sobre todo a un John Hurt que devora su papel con la misma intensidad con la que se zampa a sus compañeros de reparto. Y es que si Elijah Wood permanece anclado en el ni fu ni fa interpretativo, las dos actrices Julie Cox y Leonor Watling descienden al mismo nivel con dos papeles que son puro estereotipo.
El auténtico esfuerzo del director vasco lo encontramos en la belleza formal de determinados planos de la película. La influencia de Hitchcock es palpable desde el momento en que entra en escena el recurso al que dio vida el maestro inglés. Mediante un destacable plano secuencia a través de las calles de Oxford y el cruce entre determinados personajes, De la Iglesia nos descubre el primero de los asesinatos. Este complejo ejercicio supone el punto álgido de un filme que en lo estético poco más tiene que ofrecer.
Los crímenes de Oxford se asemeja a una producción de Hollywood. Puede parecer algo bueno, y de hecho lo es, aunque para ello De la Iglesia haya tenido que renunciar a su estilo propio. Resultan más encomiables, en mi opinión, las novedosas aportaciones de El día de la bestia y La comunidad que los esfuerzos por imitar la estética y la narrativa de un thriller que en Estados Unidos se fabrica en serie.
La curiosa mezcla entre crimen y filosofía habría sido más efectiva si el final nos hubiera deparado algún que otro interrogante en forma de reflexión. Sin embargo, el cóctel acaba jugando en contra de la trama. Ni la investigación del caso genera intriga ni los incesantes diálogos conducen a pensar sobre la existencia o no de la verdad. Más allá de las matemáticas, existe una realidad incontestable para el espectador: Los crímenes de Oxford es pura convención.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

Lecciones de Mildred Pierce

Las miniseries de la HBO gozan de un destacable prestigio, casi tan importante como el de sus series, y sin embargo son unas grandes desconocidas para el público internacional. Hasta ahora. Porque desde Angels in America no veíamos tanta repercusión como la que ha tenido Mildred Pierce , una exquisita pieza de cinco episodios con un reclamo infalible: Kate Winslet . No en vano, la ganadora de un Oscar por El lector protagoniza todas y cada una de las escenas de una miniserie que, sin embargo, destaca por otros motivos además de la presencia de un valor tan seguro. Si hay algo que objetar acerca de Mildred Pierce es, sin duda, su descompensación. Los tres primeros capítulos son de cocción lenta, narrándonos los inicios de Mildred, una mujer hecha a sí misma, que se quedó prácticamente con lo puesto tras separarse de su marido y que termina levantando un imperio hostelero a base de pollo frito. Los dos últimos episodios, en cambio, saben a poco. Es cuando la narración se vuelve de gol...

Mis 10 mejores series de 2024

10. One Day Esta historia de amor entre Emma y Dexter a lo largo de más de una década, siempre el mismo día, es la causante de que la también excelente 'Los años nuevos', de Rodrigo Sorogoyen, no haya resultado tan original y sorprendente en su formato. Simplemente por llegar más tarde. Aunque muy distintas en su desarrollo, la irlandesa gana en romanticismo y en su arrolladora química entre los dos protagonistas.  09. Expats Tan pronto como llegó a principios de año, desapareció injustamente de las mentes seriéfilas. Esta envolvente historia sobre la culpa y el dolor de la pérdida nos ofrece uno de los mejores trabajos de Nicole Kidman y un retrato preciso y verídico sobre Hong Kong.  08. The Penguin Sin dar un duro por ella, esta nueva aventura de DC para HBO sorprende por su gran calidad, por la ya testada eficacia de Colin Farrell como Pingüino (en su major año con otro papel memorable en 'Sugar') y, sobre todo, por el descubrimiento de toda una estrella: Cristin...