Ir al contenido principal

20.000 ESPECIES DE ABEJAS | Lo que no tiene nombre, no existe


A Lucía Etxebarria no le gustará 20.000 especies de abejas.
Y no le gustará porque choca frontalmente con su cruzada personal contra la transexualidad, ese recurso fácil para degenerados que solo buscan colarse en los vestuarios femeninos y seguir perpetuando el machismo imperante. Por eso no querrá ni oír hablar de la película, porque explica de manera sublime el sufrimiento y la angustia que experimentan las personas que no se identifican con su sexo biológico y que además deben lidiar con su entorno para asimilar un cambio que es de todo menos sencillo. Lo hace además con sumo tacto, poniendo el foco en una niña de ocho años, en un ámbito familiar y dentro de una comunidad rural en el País Vasco. No era tarea fácil y, sin embargo, el filme desarma todos los miedos, prejuicios y ataques frontales con humanidad y honradez. 

Puede que a la escritora y polemista Etxebarria no le interese 20.000 especies de abejas pero sí debería picar la curiosidad de todas aquellas personas con ganas de comprender un proceso tan complejo y desconocido, sobre todo para las generaciones más mayores. El mérito de la cinta es que aborda la asunción de identidad desde la edad más temprana y desde un punto de vista multigeneracional, en el núcleo de una familia tradicional vasca. Y en la respuesta de cada uno de los familiares, en su comportamiento ante el cambio, es donde residen los matices de una película que huye por completo de los maniqueísmos y de los recursos más facilones. 

Estibaliz Urresola Solaguren, que para colmo debuta en el largometraje con esta maravilla, podría haber echado mano del bullying para narrarnos una dolorosa transición hacia el género femenino. Y seguramente le habría resultado otra cinta gloriosa, aunque muy diferente. Sin embargo, la directora, valiente, ha decidido centrarse en la agresión inconsciente, la que van ejerciendo día a día los seres más queridos. Y ahí es donde las interpretaciones juegan un papel determinante. El Oso de Plata para Sofía Otero es solo la cúspide de un reparto mayúsculo, en el que también sobresalen Patricia López Arnaiz y Ane Gabarain, madre y tía que asimilan de muy distinta forma la transexualidad de la niña protagonista. 

Sin apenas banda sonora, vamos asistiendo a distintas situaciones de incomodidad que va sufriendo Cocó durante su crisis de identidad, con los vestuarios (siempre son los vestuarios) como principal foco de tensión. A su vez, también somos testigos de conflictos cotidianos como los que surgen de la maternidad, la pareja, las relaciones familiares o la crisis de la mediana edad. En ese sentido, el personaje de López Arnaiz aglutina todas esas lides. Mientras moldea cuerpos esculturales con la cera de las abejas, debe asimilar cómo su hija va moldeando también su propia identidad mientras combate las resistencias dentro del seno familiar. 

Es en la parte final cuando 20.000 especies de abejas nos regala secuencias de una gran emotividad, rodadas con absoluta delicadeza. Todos los acontecimientos que suceden en torno a una comunión ponen a prueba nuestro pulso y nuestras glándulas lagrimales, de la escena desde el interior de un coche hasta la carrera desesperada en el bosque. Y todo para ponerle nombre y cara, sin doctrinas pero con sentimientos, a otra de esas realidades prácticamente ocultas en el cine. Porque como advierte un personaje clave del filme, “lo que no tiene nombre, no existe”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ensayo sobre la humanidad

Fernando Meirelles pedía disculpas a los asistentes del preestreno barcelonés de A ciegas por las imágenes tan duras que iban a presenciar. Para quien no conociera el Ensayo sobre la ceguera de Saramago, sin duda le sorprendería la crudeza de algunas escenas, sobre todo las que tienen lugar durante la improvisada cuarentena para ciegos . Pero los que alguna vez leyeron la novela del Nobel portugués seguramente recordarán la sensación de angustia que provocaban algunos pasajes, hasta el punto de resultar incómoda su simple lectura. La adaptación no obvia los momentos más duros del relato, pero sí elude algunos escabrosos detalles que hubieran hecho del filme una auténtica pesadilla. La recreación de un mundo sumido en el caos tras caer todos sus habitantes en una inexplicable ceguera blanca es meritoriamente realista. De bien seguro que Saramago se quedó corto al suponer la degradación a la que puede sucumbir un ser humano en estado de emergencia, sin orden ni control. Aún así, el rel...

Aburrida hasta para 'El País'

Hagan paso, que el salvador de la cinematografía española hace su entrada, por si no se habían dado cuenta. Qué mal le debe haber sentado a nuestro Pedro despertar esta mañana con la lectura de El País , el periódico al que tanto homenajea en su última película y que tantos masajes le ha practicado a lo largo de su carrera. Una relación que permanecía idílica hasta que un buen día los mandamases de Prisa decidieron contratar a ese inconformista llamado Carlos Boyero y lo convirtieron en su crítico de cabecera. No contaron con que un día al señor le tocaría comentar al intocable y ha pasado lo que tenía que pasar. La sangre de Almodóvar habrá entrado en ebullición en cuanto haya leído en su amado diario un doloroso titular para su nuevo filme: “La única sensación que permanece de principio a fin es la del tedio” . Suelo rendirme ante Almodóvar con la misma intensidad con la que tiendo a aborrecer la forzada rebeldía de Boyero, pero en esta ocasión no tengo más remedio que ponerme del l...

La censura de Vertele

Su usuario ha sido suspendido por no respetar reiteradamente las normas de participación en los foros. No podrá aportar opiniones en los foros hasta que dure su suspensión . Esta es la particular forma que tiene la web de contenidos televisivos Vertele de premiar la fidelidad de sus usuarios habituales, aquellos que han aguantado los reiterados fallos en la página de los últimos meses y que han contribuido a dar vida a sus contenidos. Los responsables de esta web interpretan como ofensas opiniones sobre su funcionamiento que en ningún momento sobrepasan el límite de la ofensa . Tal es el caso por el que, creo, he sido baneado sin ninguna explicación. Vertele titulaba de la siguiente forma la noticia sobre el premio concedido a Patricia Conde en Nueva York: “Patricia Conde, sabemos lo que hiciste en esta última semana”. Hace un mes aproximadamente ponían en portada el siguiente título: “Sabemos que muy pronto haréis un fichaje bomba en laSexta”, en referencia a la incorporación de Paqui...