La casa de American Horror Story ha cerrado sus puertas hasta el año que viene y lo ha hecho dejando las incógnitas y las tramas de su exitosa primera temporada bastante resueltas. Ryan Murphy, uno de los creadores de la serie, ya ha manifestado en un encuentro con los periodistas estadounidenses que la segunda tanda de capítulos, que llegará previsiblemente en octubre a FX, “será radicalmente diferente” a la que hemos vivido este año.
Con todos los personajes atrapados como espectros en la mansión de los años 20 salvo Constance y su diabólico nieto, parece que no puede haber destino para los protagonistas más allá de la muerte. La escena de la familia Harmon en torno al árbol de navidad, con todas sus tensiones y problemas resueltos, plenamente felices en el más allá, deja poco lugar a dudas. Ben, Vivien y Violet tendrán poco que decir en la nueva temporada.
La idea de cambiar radicalmente la trama, trasladándola a una nueva casa del terror, a pesar de la decepción inicial, tiene su lógica. ¿Estaríamos dispuestos a ver cómo van desfilando nuevas familias por el fatídico hogar y cómo van acumulándose fantasmas en una mansión ya de por sí hiperpoblada? Este episodio final ya nos ha mostrado la posible fórmula con la llegada de los Ramos y, sin duda, la historia terminaría aburriendo hasta a los más forofos seguidores, entre los cuales sin duda me encuentro.
Murphy parece no querer repetir los errores de Glee, que desfallece por repetición y saturación, y planteará una trama terrorífica totalmente diferente, con la probable participación de los actores actuales en roles distintos. Sin duda, es una apuesta arriesgada pero que puede funcionar. Además, ya imagino una última temporada apoteósica en la que se resuelvan algunos de los flecos dejados por las anteriores.
Porque en este histérico e hilarante último capítulo no todo ha llegado a su conclusión. La última escena, una de las más brillantes de la temporada, nos muestra al hijo de Vivien y Tate convertido en todo un Anticristo y a Constance preguntándose qué hará con el retoño. Su sonrisa final no podría ser más inquietante. Tampoco sabemos si Tate y Hayden se conformarán con una eternidad llena de amargura y soledad como la que se prevé en otra secuencia memorable en la que observan la felicidad de los Harmon desde la distancia.
El problema de esta inusual estrategia de cambiar el rumbo de la serie de forma radical es la posible pérdida de personajes tan suculentos como el de Constance. Sin duda, Jessica Lange es el talento indispensable de American Horror Story, el alma de una historia que no andaba precisamente escasa de talentos. Junto a Connie Briton y Frances Conroy han formado un trío de actrices inmejorable, repleto de brillantes diálogos, que será difícil de suplantar.
American Horror Story finaliza temporada como la serie más irreverente y arriesgada de la temporada, una experiencia que no deja minutos para el respiro, frenética, alocada, repleta de homenajes a las grandes cintas del género, un género infravalorado en televisión y que puede que, gracias al éxito de Murphy, tenga su oportunidad en la pequeña pantalla. Por todo ello, merece el puesto de honor en el ranking de los mejores estrenos de este 2011 que pronto también cerrará sus puertas.
Con todos los personajes atrapados como espectros en la mansión de los años 20 salvo Constance y su diabólico nieto, parece que no puede haber destino para los protagonistas más allá de la muerte. La escena de la familia Harmon en torno al árbol de navidad, con todas sus tensiones y problemas resueltos, plenamente felices en el más allá, deja poco lugar a dudas. Ben, Vivien y Violet tendrán poco que decir en la nueva temporada.
La idea de cambiar radicalmente la trama, trasladándola a una nueva casa del terror, a pesar de la decepción inicial, tiene su lógica. ¿Estaríamos dispuestos a ver cómo van desfilando nuevas familias por el fatídico hogar y cómo van acumulándose fantasmas en una mansión ya de por sí hiperpoblada? Este episodio final ya nos ha mostrado la posible fórmula con la llegada de los Ramos y, sin duda, la historia terminaría aburriendo hasta a los más forofos seguidores, entre los cuales sin duda me encuentro.
Murphy parece no querer repetir los errores de Glee, que desfallece por repetición y saturación, y planteará una trama terrorífica totalmente diferente, con la probable participación de los actores actuales en roles distintos. Sin duda, es una apuesta arriesgada pero que puede funcionar. Además, ya imagino una última temporada apoteósica en la que se resuelvan algunos de los flecos dejados por las anteriores.
Porque en este histérico e hilarante último capítulo no todo ha llegado a su conclusión. La última escena, una de las más brillantes de la temporada, nos muestra al hijo de Vivien y Tate convertido en todo un Anticristo y a Constance preguntándose qué hará con el retoño. Su sonrisa final no podría ser más inquietante. Tampoco sabemos si Tate y Hayden se conformarán con una eternidad llena de amargura y soledad como la que se prevé en otra secuencia memorable en la que observan la felicidad de los Harmon desde la distancia.
El problema de esta inusual estrategia de cambiar el rumbo de la serie de forma radical es la posible pérdida de personajes tan suculentos como el de Constance. Sin duda, Jessica Lange es el talento indispensable de American Horror Story, el alma de una historia que no andaba precisamente escasa de talentos. Junto a Connie Briton y Frances Conroy han formado un trío de actrices inmejorable, repleto de brillantes diálogos, que será difícil de suplantar.
American Horror Story finaliza temporada como la serie más irreverente y arriesgada de la temporada, una experiencia que no deja minutos para el respiro, frenética, alocada, repleta de homenajes a las grandes cintas del género, un género infravalorado en televisión y que puede que, gracias al éxito de Murphy, tenga su oportunidad en la pequeña pantalla. Por todo ello, merece el puesto de honor en el ranking de los mejores estrenos de este 2011 que pronto también cerrará sus puertas.
Comentarios
El capítulo final me ha gustado bastante, quizás no tanto como los demás de la temporada pero aun así lo he disfrutado xD Perfecto resumen del humor macabro y al límite de la serie, los creadores pueden estar contentos de hacer lo que les dé la gana xD Y la T2 tendría que haber sido una precuela de La Profecía con ese final!!
La manera de plantear las demás temporadas creo q es bastante acertada, sobretodo para evitar lo que comentas sobre repetir siempre la misma fórmula como en Glee XD Ganas locas tengo de ver la nueva locura de Murphy, espero que en algún lugar más grande como un hotel, que no sea por personajes (vivos o muertos XD)