Ir al contenido principal

THE DISCOVERY | El cine de Netflix sigue sin dar la campanada

El panorama audiovisual está cambiando pero no tan deprisa como aparenta. Netflix acaba de estrenar una película a nivel mundial, al alcance de más de 80 millones de abonados, con la presencia de Rooney Mara, Jason Segel y Robert Redford en su reparto, y los medios de comunicación tradicionales siguen sin incluir los estrenos en streaming dentro de sus secciones culturales. Tampoco Filmaffinity incorporaba The discovery en su lista de lanzamientos de la semana. Parece que el cine sigue obteniendo relevancia sólo cuando pasa por las salas de exhibición.

En todo caso, su nueva producción se suma a la nada desdeñable lista de largometrajes más ambiciosos que destacables, demostrando que el cine sigue siendo la pata que cojea en el trípode de esta plataforma audiovisual. Mientras los documentales y las series no dejan de ganar adeptos y premios, las películas bajo el sello Original de Netflix terminan engullidas por su inabarcable catálogo. Su competencia más directa, Amazon Studios, le va ganando la partida en el terreno cinematográfico. Ahí está Manchester frente al mar para corroborarlo.
El planteamiento de The discovery era un buen reclamo para revertir la situación. ¿Existe vida después de la muerte? La gran pregunta, centenares de veces tratada en el cine, aquí se resuelve al minuto. Efectivamente, la ciencia demuestra la existencia de un más allá. El arranque de la cinta, sin duda la secuencia más lograda de toda la película, plantea las consecuencias que acarrearía un descubrimiento de tal calibre: una oleada planetaria de suicidios en busca de esa segunda oportunidad.

Finalizado el chocante inicio, el guión va en busca de nuevas respuestas. Y lo hace a través de la figura escéptica del hijo del científico que halló la otra vida, ahora reconvertido en gurú de almas frágiles. Ya no basta con la existencia del más allá. Ahora conviene saber en qué consiste. Los experimentos se llevan a cabo en una isla desangelada, en las instalaciones de un antiguo reformatorio dividido en castas con diferentes accesos al maestro de la inmortalidad. Y en ese entorno trastornado y delirante, rozando la locura, se va fraguando el amor entre el neurólogo incrédulo y una joven traumatizada.
Todas estas subtramas, que bien podrían complementar el terreno explorado por Mike Cahill en Otra Tierra u Orígenes, se olvidan por completo de la filosofía o de la ciencia ficción más reflexiva para meterse de lleno en el thriller de sobremesa, exactamente con los mismos recursos efectistas y, cómo no, con un rocambolesco desenlace. Cuando creíamos que el “y todo fue un sueño” se había superado, llega ahora Charlie McDowell para proporcionarle una nueva vuelta de tuerca al recurso narrativo más facilón.

Qué malgasto de recursos, qué malgasto de reparto, absolutamente entregado a la causa, y qué malgasto de referencias. Porque la evidente inspiración en The Leftovers, por temática y puesta en escena, hace aguas a medida que avanza el metraje. Es evidente que si Netflix quiere hacerse un hueco en la tierra prometida del cine en streaming debe hacerlo equilibrando las tres facetas de su oferta. Encomendémonos a San Scorsese.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Próximamente: 3 proyectos de lo más intrigantes

Verano suele ser sinónimo de taquillazos. Grandes superproducciones cargaditas de efectos especiales pero con escaso ingenio. Este año, además de superhéroes, sagas vampíricas y videojuegos que saltan al cine, se nos avecinan proyectos de un calibre distinto. Propuestas innovadoras rodeadas de misterio, tanto dentro como fuera de la pantalla, que no recelan de la tecnología pero que tampoco nadan en las plácidas aguas del entretenimiento más puro . Tienen a sus espaldas grandes campañas publicitarias, milimétricamente estudiadas, pero son películas que se venden por sí solas. Inception Christopher Nolan, el director que estrujó nuestros cerebros con Memento , parece que volverá a hacernos trabajar en su nueva película. Inception , traducida aquí como Origen , supondrá un nuevo reto sobre la mente humana y, a juzgar por el espectacular trailer, un desafío a las leyes de la gravedad. Leonardo DiCaprio encarna a Dom Cobb, especialista en apropiarse de los secretos del subconsciente ajeno

Haciendo aguas con el Poseidón

Sirva de advertencia que me encanta el cine de catástrofes. No he visto El coloso en llamas , la primera que viene a la mente cuando mencionamos el género, pero Terremoto o Aeropuerto o las más recientes Pánico en el túnel o Un pueblo llamado Dante’s Peak se encuentran bien ancladas en mi memoria. Me da igual si se trata de incendios, erupciones volcánicas, terremotos, tormentas, inundaciones, hundimientos o una thermomix de todas ellas. Me da igual que este tipo de filmes sean de dudosa calidad cinematográfica. Las catástrofes en la pantalla me gustan (¿debería hacérmelo mirar?). Y probablemente eso no juega en mi favor a la hora de analizar una película como Poseidón . Sin embargo, gracias a la experiencia acumulada con los años y tras múltiples visionados de auténticas tragedias colectivas, uno acaba adquiriendo cierto criterio para diferenciar las grandes producciones de sus fotocopias de bajo presupuesto. Y puedo asegurar que Poseidón , auténtica apología del cartón piedra, pe

Dos maduritas cachondas

Es el pretexto ideal para una película porno. Un joven cachas se cepilla a la madre de su mejor amigo una noche de borrachera . Al descubrirlo, el otro se dirige sin miramientos a la casa de al lado y hace lo propio con su mamá, conformando un cuadrilátero de infinitas posibilidades que es una lástima que esta película australiano-francesa no llegue a explorar. Porque la cinta, señores, se toma en serio la premisa y en vez de extender el delirio con tríos, incestos y escenas gay-lésbicas busca convertir en drama un argumento de risa. Lejos de derivar esta absurda historia de amores cruzados en una tragedia griega, Dos madres perfectas encima se recrea con cierta sorna en los momentos más bochornosos . “¿Cómo te sientes?” le pregunta Naomi Watts, una de las madres a su mejor amiga cuando ambas descubren su particular intercambio de hijos. “Muy bien, mejor que nunca”, le responde sin apenas pestañear Robin Wright para a continuación ofrecernos un plano de ambas con cara de satisfa