Ir al contenido principal

Ruiz Caldera no falla

Se ha hecho realidad. Si los ingleses ya cuentan desde hace un año con su particular parodia del cine de espías, representada a la perfección por Colin Firth en Kingsman, ahora llegamos nosotros, españolitos de a pie, y nos plantamos con una digna réplica. Anacleto. Agente secreto adapta a la actualidad la caricatura de James Bond que Manuel Vázquez Gallego engendró en los años 60 para la editorial Bruguera. Sabiamente, no lo hace para contentar a los pocos incondicionales de tan remotas viñetas sino con el firme propósito de reventar la taquilla. Las cifras del primer fin de semana han sido menos apoteósicas de lo esperado. Sin embargo, la propuesta de Javier Ruiz Caldera es tanto o más satisfactoria que la de Matthew Vaughn, aunque a algunos les cueste equiparar la flema británica con nuestro humor patrio.
 
Complicado lo tenía el director catalán para superar 3 bodas de más, sin duda alguna una de las mejores comedias que ha parido el cine español en los últimos años. Y más con la difícil tarea de adaptar otro de nuestros clásicos tebeos. Si Fesser salió victorioso con la primera encarnación de Mortadelo y Filemón, no ocurrió lo mismo en sucesivas entregas ni con otras aventuras como las de Zipi y Zape. Caldera afrontó el reto de la forma más inteligente posible: jugando con las teclas (y los actores) que ha demostrado saber manejar.

Prácticamente el mismo elenco de secundarios que funcionó a la perfección en la comedia romántica se acopla sin problemas a este cine de aventuras repleto de diálogos y escenas desternillantes. La delirante conversación en casa de Rossy de Palma es el mejor ejemplo de que más es mejor si se cuenta con los intérpretes adecuados. A diferencia de Torrente, aquí no se trata de meros cameos más o menos afortunados, sino de apariciones breves pero que dejan huella. En ese sentido, la otrora musa de Almodóvar se lleva la palma como secundaria de lujo en una producción sin ni una sola actuación de saldo.


La elección de la pareja protagonista ha sido uno de los mayores aciertos de casting de los últimos años, a la altura de Clara Lago y Dani Rovira en Ocho apellidos vascos, salvo que en esta ocasión la apuesta era sobre dos valores seguros, un Imanol Arias que encaja como un guante en el papel de superhéroe patrio y un Quim Gutiérrez que certifica de una vez por todas su innegable talento para la comedia. El cobarde y dubitativo Adolfo podría haber caído fácilmente en el histrionismo y la sobreactuación en manos de otro actor.

Para sorpresa de muchos, mía incluida, Anacleto se ha convertido en una gratificante revelación, en otra de esas escasas películas de humor terapéutico que amortizan de pleno el pago de una entrada. Caldera resucita así a un personaje olvidado de nuestra historia del cómic y lo dota de los elementos necesarios para asegurar su continuación. Lo hace con astucia, sin acomodamiento, jugando con un entorno tan auténtico como el barrio de Bellvitge y regalándonos escenas para el recuerdo como la lucha karateka con vibrador o la reacción alérgica de Adolfo a los cacahuetes. Un divertimento de lo más disfrutable.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...