Ir al contenido principal

La noche más tensa

No importa si los hechos que narra La noche más oscura son ciertos o no. La película de Kathryn Bigelow, esta vez sí, es tan intensa, tan meticulosa y tan adictiva que finalmente nos importa bien poco si estamos ante una fiel recreación de la caza de Bin Laden o ante una artimaña más de propaganda de la CIA. Lo más probable es que esta sea la versión oficial que desean desde la agencia secreta estadounidense, ansiosa por arrojar luz sobre la muerte del terrorista más buscado de la historia, pero vista en perspectiva, sin ninguna implicación real, la cinta es todo lo precisa e intrigante que en su día no fue En tierra hostil.  

Con La noche más oscura ocurre como con United 93. Sólo unos pocos saben qué ocurrió realmente en el avión que se estrelló sospechosamente en Pensilvania. Desde luego, la versión que ofrecía la película de Paul Greengrass era tan poco creíble como el enorme boquete provocado por otro de los aviones en el Pentágono. Sin embargo, el guión y la puesta en escena estaban tan bien resueltos que poco importaba cuán fidedignos fueran los hechos.

Algo similar ocurre con esta firme candidata al Oscar. ¿Por qué Estados Unidos no capturó vivo a su fugitivo más buscado? ¿Por qué sólo hubo una única imagen del cadáver? Es extraño que la caza del terrorista pasara tan desapercibida y sin apenas propaganda, pero más allá de las teorías conspirativas, el caso es que el guionista Mark Boal, con informes secretos o no, se ha convertido en uno de los mejores recreadores del clima bélico actual tras En tierra hostil y En el valle de Elah.  

Operaciones teledirigidas, enemigos anónimos, tácticas más propias de una organización criminal que de un organismo llamado de inteligencia. Son los métodos con los que actualmente se gestan las batallas en esta llamada guerra contra el terrorismo, desde la más pura opacidad y secretismo. Con una cronología pormenorizada de los hechos, entre atentados y pasos en falso, nos vamos adentrando en la obsesiva misión de una agente de la CIA, a un ritmo minuciosamente cronometrado.

La noche más oscura ni siquiera se detiene un momento para justificar fines y medios. El único atisbo de crítica lo encontramos cuando dos de las protagonistas interrumpen su conversación para escuchar a Barack Obama diciendo por televisión que en Estados Unidos no se tortura. Apenas fruncen el ceño, pero el silencio parece decirlo todo. Desde luego, la cinta provocará el desmayo en los cuarteles de Amnistía Internacional, pero entre sus cometidos tampoco está conseguir adeptos de la organización.

Bigelow se limita a describir la operación militar de una forma tan fría y aséptica como su propia protagonista, una agente Maya que Jessica Chastain coge al vuelo para demostrar su apabullante repertorio interpretativo. Como ella, no conviene que nos hagamos demasiadas preguntas. Es más recomendable obviar el contexto de la película y dejarse absorber por la dinámica de la investigación.

No asistimos a un reportaje sobre la muerte de Bin Laden sino a un potente thriller que además culmina con algunas de las secuencias más terroríficas de los últimos años. Son las que dan nombre al filme y, entre visiones nocturnas y estremecedoras bandas sonoras, nos recuerdan más a El silencio de los corderos que a una cinta bélica. Y es que en definitiva, ¿quién era Bin Laden sino el Hannibal Lecter de nuestra era?

Comentarios

Jose Ramon Santana Vazquez ha dicho que…
..lunas
de miel
con luz
y mi piel
del contraluz
a Navidad
con paz
y felicidad
LA PANTALLA POLE para tí...

este jueves la iré a ver, saludos.

desde mis Blogs Horas Rotas y Aula de Paz
venturoso AÑO 2013.


j.r.s.

Entradas populares de este blog

SÉ QUIÉN ERES | Aciertos y errores del thriller de la temporada

Con una legión de seguidores discreta pero infalible, en torno al 15% de cuota de pantalla, podría decirse que Sé quién eres es todo un hito en la historia de nuestra televisión. Pocas veces un thriller con una trama seriada ha logrado mantener espectadores semana tras semana, pendientes de un caso, el de la desaparición de Ana Saura, que, para colmo, se resolvía a mitad de estas dos temporadas fusionadas en una. Dieciséis capítulos vibrantes que culminaban este pasado lunes con un final sorprendente, no sólo por el asesinato inesperado de uno de sus personajes principales, sino también por la singularidad de su resolución. Probablemente por primera vez en estos lares, el happy end deja paso a un desenlace mucho más realista, el del triunfo del mal y del poder sobre el resto de mortales. A pesar de su notable éxito, sobre todo en un canal, Telecinco, con escaso recorrido para el drama seriado, Sé quién eres no ha supuesto la revolución que cabía esperar para nuestro panoram...

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p...

SIRÂT | Lo opuesto a una 'feel good movie'

Oliver Laxe lo tenía muy fácil. Su tercer largometraje podría haber discurrido por la misma senda de sus primeros minutos y convertirse en una buena feel good movie . Uno de esos filmes en los que dos mundos antagónicos, que se repelen, terminan comprendiéndose y trabajando por un bien común. En este caso, la búsqueda de una joven por parte de su padre, su hermano y su perro y un grupo de raveros.  El director de origen gallego nos estaba deleitando con todos los elementos necesarios para una película reconfortante, de la fotografía a la banda sonora, pasando por un plantel de actores no profesionales que dejan huella, hasta que decide “hacer saltar el cine por los aires”, en palabras de una crítica de El Mundo resaltada en el póster promocional de la cinta. Y, de repente, la sala enmudece, los espectadores nos recolocamos como podemos en nuestras butacas y nos adentramos en otra experiencia bien distinta.  Hasta ese momento, que por suerte pocos se atreven a desvelar, en un a...