Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2012

Un pan bajo el brazo

La maternidad, ese milagro de la naturaleza, esa bendición de dios, resulta que no es tan maravillosa como nos la suelen pintar los largometrajes. Un feliz acontecimiento , observen la ironía del título, no es que reniegue abiertamente de la procreación pero sí ofrece al menos una visión más realista de lo que implica tener un bebé , de esos efectos adversos en el cuerpo y la salud emocional de la mujer y de esa prueba de fuego que supone para la vida en pareja. Conviene retener el nombre de Rémi Bezançon , el director francés que con sólo tres películas ya se ha convertido en todo un experto en desdramatizar auténticos dramas, en plantear la crudeza de lo cotidiano mediante el sentido del humor y una estética plagada de agilidad y frescura. Este parisino de 40 años fue el artífice de una de las grandes sorpresas de 2008, El primer día del resto de tu vida , y ahora vuelve a demostrar con Un feliz acontecimiento su capacidad para emocionar con escenas de lo más sencillas.

Let me be your star

Si Smash fuera un gráfico, sin duda sería una especie de gran V, con el trazo totalmente impreciso, pero con sus puntos más álgidos en el inicio y el final de la línea que marca su calidad . Cuando la NBC estrenó la serie hace quince semanas, nos encontramos con uno de los mejores pilotos de la temporada, un arranque tan espectacular y ambicioso como el musical de Marilyn sobre el que giran todas las tramas. Desde aquella apoteosis, las desventuras de Ivy y Karen, las dos rivales para alzarse con el papel protagonista, cayeron en una espiral de petardeo y surrealismo que sólo se ha vuelto a superar gracias al brillante episodio final. Que los dos grandes clímax de Smash se sitúen a tanta distancia el uno del otro conlleva varias preguntas, como por ejemplo si merece la pena tragarse el resto de capítulos a la espera de que surja el milagro o si tanto costaba extender la fórmula de piloto y season finale al conjunto de la serie. Ambas cuestiones son difíciles de entender, una

Los 8 momentos memorables del final de Mujeres Desesperadas

Pueden contarse con los dedos de una mano las series que han logrado cerrar la persiana sin remordimientos. Mujeres desesperadas seguramente se encuentre en ese reducido grupo de privilegiadas que alcanza el final satisfaciendo a la gran mayoría de sus seguidores , sin polémicas, sin originalidades, sin alterar, en definitiva, la esencia de una fórmula que la ha mantenido en antena durante ocho temporadas. Podrán vertirse muchas críticas sobre esta creación de Marc Cherry, gustarán más o menos algunas épocas de la serie, pero lo que no puede negársele a Mujeres desesperadas es la fidelidad a su público . La coherencia suele convertirse en la factura pendiente en producciones que, movidas por el éxito, suelen alargarse hasta el infinito, perdiendo en el camino la cordura ( Lost ) o a buena parte de su reparto original ( CSI ). Consciente de ello, Cherry decidió ponerle punto y final a su niña mimada antes de que el tiempo erosionara su identidad. La fecha escogida fue el p

El maleficio de Burton

Érase una vez un director que dominaba a la perfección el arte de narrar cuentos , que nos llevaba de la mano por donde quería, embaucados como estábamos, niños y adultos, por su capacidad de transformar la imaginación en realidad. Se llamaba Tim Burton, y entre sus múltiples hazañas destacaba la de convertir como por arte de magia lo terrorífico, lo tenebroso, lo siniestro, en un mundo extraordinario y fascinante. Burton conseguía que millones de espectadores se encariñaran con un cadáver, que la muerte resultara divertida, que el universo de ultratumba floreciera como en primavera. El blanco y el negro los transformaba en color y sin saber cómo, nos hechizaba una historia tras otra. Desde los fantasmas de Bitelchús hasta las aventuras de un rostro pálido de prodigiosas manos, pasando por su particular visión del hombre murciélago. Hasta que un buen día las malvadas garras de los señores de Hollywood tentaron al maestro con suculentas promesas y de repente su talento, ha

El cine discriminado

La homosexualidad femenina, lo decíamos hace unos años con el estreno de la Habitación en Roma de Medem, sufre a menudo una doble exclusión social, ya sea por parte de los heterosexuales como de los compañeros que abanderan buena parte de la causa arcoíris. Sólo hay que echar un vistazo a la oferta cinematográfica de contenido gay y contrastarla con la presencia de lesbianas en la gran pantalla para cerciorarse de que el amor entre dos mujeres no vende de la misma forma que su versión masculina . Una realidad oculta tanto en las calles como en las salas y que se acentúa cuando la protagonista es nada más y nada menos que una adolescente negra de Brooklyn. De título casi profético, Pariah nace con todos los números para convertirse en una película marginal. El filme de la debutante Dee Rees ha pasado sin pena ni gloria por cuatro pantallas de Estados Unidos y todo parece indicar que la cifra se reducirá a la nada en nuestro mercado . Las razones de su escasa repercusión muc