Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

Del papel a la pantalla: 'El lector', por Stephen Daldry

Promete ser una de las películas del año y precisamente por ello su fecha de estreno se ha convertido en un campo de batalla entre sus productores. El lector podría ser una de las claras candidatas a la próxima edición de los Oscars , motivo suficiente para que Harvey Weinstein (ese temido productor experto en destrozar filmes como Gangs of New York ) insistiera en estrenarla antes de finalizar el año. Scott Rudin, que justo se llevó la estatuilla el año pasado por No es país para viejos , prefería esperar al 2009 para, entre otros motivos, evitar enfrentarse a Doubt (con Meryl Streep en el papel de una monja que acusa a un párroco de abusos sexuales a un menor negro) y Revolutionary Road (el esperado reencuentro entre Leonardo diCaprio y Kate Winslet, también protagonista de El lector ). Finalmente, Rudin ha abandonado la producción y Weinstein se ha salido una vez más con la suya: la cinta se estrenará en Estados Unidos el 12 de diciembre, justo para meterse de lleno en la carrera

Sólo quiero que termine

Agustín Díaz Yanes ha decidido echar mano de su personaje más emblemático, la Gloria Duque de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto , para vendernos un nuevo concepto de película que el director ha prohibido denominar como secuela. Y no es para menos. Aquello de segundas partes nunca fueron buenas se queda corto con Sólo quiero caminar . El director español se ha dejado llevar por la máxima de más es mejor. Más buenas actrices en el elenco, sin embargo, no significa mayor calidad cuando no consigue extraerse ningún tipo de jugo de sus interpretaciones. Más acción no implica siempre una mayor atención del espectador cuando la trama queda totalmente eclipsada por una sucesión de escenas de violencia gratuita . Más imágenes por segundo puede comportar más ritmo, sí, pero también un peligroso acercamiento al lenguaje del videoclip. La primera escena de Sólo quiero caminar es perfecta para describir las dos horas siguientes de largometraje. Un montaje acelerado en el que se super